8 de marzo de 1973. El cine municipal de Amsterdam acoge el estreno de Número 14, un documental dedicado a la figura de Johan Cruyff, el héroe de un Ajax todopoderoso que ha levantado dos Copas de Europa –en Londres contra el Panathinaikos y en Róterdam ante el Inter de Milán– y que va camino de llevarse la tercera consecutiva. En el césped las cosas funcionan, pero en la gran pantalla no. La puesta en escena del largometraje, dirigido por el periodista Maarten de Vos y producido por Cor Coster, suegro del futbolista, es un fracaso: la crítica lo tilda de superficial, los hippies se plantan en la fachada de la sala para protestar contra "las marionetas del capitalismo" y, lo que es más significativo, sólo uno de los compañeros de Cruyff, Piet Keizer, se deja ver entre los asistentes. Es el principio del fin de la relación entre el mítico '14' y el conjunto ajacied. Pocos meses después, y aunque los directivos holandeses intentan colocarlo en el Real Madrid, Cruyff se convierte en nuevo jugador del Barça a cambio de 60 millones de pesetas.

Este marzo, coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte del icónico exjugador y exentrenador culé, la editorial geoPlaneta ha publicado Johan Cruyff, siempre al ataque, una biografía escrita por el periodista e historiador neerlandés Auke Kok que descubre algunos de los aspectos desconocidos de la vida y obra del futbolista, líder indiscutible del Ajax y el Barça y, probablemente, figura más influyente de la historia de su deporte. El capítulo dedicado al documental es uno de los más especiales porque ayuda a entender su controvertida personalidad.

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Una cuestión de envidia

Si Cruyff accedió a grabar Número 14 fue, en gran parte, porque quería demostrar que no era un privilegiado vago y amante de la buena vida. "No soy ningún Dios del fútbol caído del cielo. El mundo del deporte profesional es muy, muy duro. Me parece genial ser famoso, pero llegar aquí no ha sido un camino de rosas. Pocos conocen las dificultades por las que he pasado", explica Kok que dijo antes del estreno a un periodista.

Que el '14' consiguiera revertir su imagen como trabajador implicado es algo discutible y, en cualquier caso, secundario. Lo que sí que consiguió, indirectamente y por culpa del tratamiento que de Vos dio a la pieza, es molestar a sus compañeros del Ajax. Y el motivo es bien sencillo: el documental, que duraba una hora y media y sólo contaba con la voz en off del protagonista, retrataba a Cruyff como una estrella solitaria, una figura que decidía finales como la de la Copa de Europa contra el Inter de Milán (2-0) o la del Intercontinental ante Independiente de Avellaneda (4-1) por sí misma. No es para menos –el holandés era el mejor jugador del equipo sin discusión y marcó en ambos partidos–, pero las imágenes seguramente no hacían justicia a un conjunto, el Ajax, que hacía del juego coral su principal virtud. Que figuras muy trascendentes de aquel conjunto como Ruud Krol, Johan Neeskens o Arie Haan sólo aparecieran en la introducción del largometraje tampoco ayudó a generar buen rollo, claro.

cartel cruyff numero 14 @IMDB

El cartel del documental / IMDB

Aunque el enfoque de la pieza no fue idea de Johan –o al menos no se puede demostrar que lo fuera–, es vox populi que el documental generó malestar dentro de un vestuario con muchos egos ganadores. "Tanta obesión con Cruyff empezó a irritarnos un poco. Por descontado, él era el mejor, pero parecía que a nadie más le importaba el resto de cosas que pasaban sobre el campo", dijo Haan. El mediocampista Arnold Mühren, recuerda Kok, fue más lejos e incluso insinuó que, en la final contra el Inter, el '14' jugó más cerca de la banda izquierda sólo para que los documentalistas dispusieran de buenas imágenes. "Estar sujeto a la envidia de los otros es algo tan comprensible como horrible", diría dos años después Cruyff.

Campeones, a pesar de todo

Así pues, recapituemos. Estamos en la temporada 1972/73 y hay una serie de factores que alteran el orden natural del equipo: el documental ha agigantado la lucha de egos del vestuario, el Ajax lo ha ganado todo –"¿a qué tenemos que aspirar, ahora?"–, y, además, Cruyff es el nuevo capitán. Y, como todo el mundo sabe, el '14' no es de los que es muerden la lengua, precisamente. Hay jugadores que no pueden soportar sus exigencias. Literalmente. A estos hechos hay que sumar un episodio más que controvertido: Cruyff, con molestias en el menisco, decide operarse en una clínica privada en contra de la voluntad del Ajax justo antes de la vuelta de cuartos de final de la Copa de Europa contra el Bayern de Munich.

La tormenta perfecta ya es una realidad, pero así y todo los holandeses superan aquella eliminatoria (4-0 y 2-1), las semifinales ante el Real Madrid (0-1 y 1-0) y la final, en Belgrado, contra la Juventus (1-0). Simplemente son muy superiores. El tercer trofeo continental por excelencia de los ajacieds, rememora Kok, prácticamente no se celebró. Y la fractura entre Cruyff y el club fue totalmente en insalvable. Aquella temporada, la aventura de '14' empezaba con un polémico y vulgar documental y acababa, por fortuna para el Barça, con el Holandés Volador preparando las maletas para aterrizar en el Camp Nou.