“No todos los grupos que hemos programado me gustan, pero todos me interesan. El reto es entender el interés más allá del gusto personal.” Este miércoles arranca una nueva edición del Mercat de Música Viva de Vic (MMVV). Lo hace con un nuevo equipo directivo formado por Joan Rial, Jordi Casadesús y Rubèn Pujol (los tres, estrechamente vinculados a la escena musical de Vic: Rial fue miembro de Est Oest, Cassadesús de La Iaia...), relevando a Oriol Roca y al añorado Marc Lloret después de catorce años y de situar el certamen en un momento altísimo de reconocimiento.

🟠Marcel Pujols: "El Adoberies Fest es una pequeña utopía"


“Nuestro encargo es dirigir artísticamente el Mercat, nada más. Pero como queremos al evento y a la ciudad, nos ponemos encima de todo: invitaciones, profesionales, programación paralela... Si fuéramos estrictos, el 18 de junio habríamos entregado la programación y nos reencontraríamos en septiembre. Pero no sabemos trabajar así”. Trabajo hecho. Serán nueve escenarios y más de setenta conciertos programados. Entre los grupos que a partir de mañana pasarán por la capital de Osona, destacamos propuestas como La Ludwig Band, Mishima, Maria Arnal, Biznaga, Fades, Rocío Márquez, Mazoni, 31 Fam o los norteamericanos Okkervil River, entre muchos otros.

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Rubén Pujol, Joan Rial y Jordi Cassadesús conforman la nueva dirección del Mercat de Música Viva de Vic / Foto: Atena Estudi

El Mercat es actualmente la feria profesional de la música más grande de los Països Catalans y la segunda del Estado. Rial tiene claro que esta condición a menudo pasa desapercibida para los mismos vigatans: “Que la segunda feria profesional más importante del Estado esté en Vic es muy bestia. Esto tendría que estar en Barcelona. Tiene sentido porque en 1989 alguien decidió que sería aquí, seguramente fruto de aquel pujolismo descentralizador. Pero la realidad es que esta es una de las ferias de música más potentes del sur de Europa. Si el MMVV estuviera en Barcelona seguro que sería diez veces más grande, pero también mucho más inútil. La música se mueve con confianza personal, no con catálogos impersonales. Aquí tenemos 1.200 o 1.300 acreditados, y eso hace que se cree un calor donde todos pueden conocerse. Este es nuestro valor.” El calendario también juega a favor: “Nosotros no cerramos el verano, como hace el Acústica de Figueres, sino que abrimos la temporada. Somos el lugar donde se presentan las giras de otoño, las propuestas que alimentarán el verano próximo. Esto nos hace útiles.” Ahora bien, esta condición dual de festival ciudadano y feria profesional genera también tensiones: “Si la parte de festival falla, los amigos nos cortan el cuello”, admite entre risas. “Pero si es la parte profesional la que falla, nos lo cortan los programadores. Tenemos que hacerlo todo bien.”

No queremos copiar el modelo de la anterior dirección. Nos saldría peor seguro. Pues bien, aprovechemos para investigar nuevos formatos. Si solo repetimos, nos durará dos años. Si innovamos, podemos mantenernos como referencia

La voluntad de Rial en su inicio al frente del Mercat es clara: rejuvenecer sin romper con el legado. “No queremos copiar el modelo de la anterior dirección. Nos saldría peor seguro. Lo queremos aprovechar para investigar nuevos formatos. Si solo repetimos, nos durará dos años. Si innovamos, podemos mantenernos como referencia”. Otro de los retos del nuevo equipo es atraer profesionales jóvenes: “Queremos liderar este relevo de gente de 25 a 35 años que ahora no participa en ferias. A menudo no tienen dinero para viajar, o se sienten fuera de juego. Nos lo hemos encontrado nosotros mismos y sabemos lo que cuesta entrar en los círculos profesionales.”

El derecho a equivocarse

El nuevo director artístico del Mercat de Música Viva de Vic es consciente de que la industria musical ha cambiado radicalmente desde la primera edición de la feria en 1989: “Antes un grupo sacaba disco, giraba un año y preparaba el siguiente. Ahora todo es líquido, constante. Los sencillos y las redes marcan el ritmo. Esto beneficia mucho al Mercat, porque nuestro objetivo desde 1989 es potenciar la música en directo, y hoy el directo es donde está el dinero.” Por eso quieren huir del dogma de que en el MMVV solo se estrenen discos: “Nos gusta que un artista presente un álbum aquí, pero es insostenible esperar un año. Ahora queremos abrir la puerta a proyectos que aún no tienen disco, hacer listening parties, mostrar sencillos. Tenemos que ser útiles a los programadores que buscan ser los primeros en apostar por un grupo antes de que estalle.”

Tenemos que ser útiles a los programadores que buscan ser los primeros en apostar por un grupo antes de que estalle

Uno de los puntos que Rial repite como un mantra es la importancia del error: “El discurso con la Generalitat es claro: venimos a pedir permiso para equivocarnos. Las grandes promotoras tienen dinero para arriesgar y fallar. El resto de festivales no pueden. Nosotros, como servicio público, tenemos que poder asumir este riesgo. Si fallamos en una noche, no pasa nada: hemos hecho la prueba para toda la industria.” Esta apuesta se traduce en jugadas concretas, como situar artistas emergentes en escenarios grandes: “Queremos ayudar a crecer grupos que hoy cobran 2.000 euros para que el año que viene puedan cobrar 6.000. Si no llenan, no pasa nada. Pero si lo consiguen, habremos hecho el trabajo.” Porque para Joan Rial en Catalunya falta riesgo. Por eso, incide en que para el nuevo equipo directivo sus referentes no son locales, sino europeos: ferias del norte del continente donde la profesionalización es mayor y los formatos más innovadores. “Nos domina el conservadurismo. Nosotros hemos viajado mucho y sabemos que podemos traer ideas de Inglaterra o Alemania que aquí todavía no se han probado. Sustituir a Marc Lloret es como sustituir a Guardiola. Lo haremos peor seguro. Pero si nos atrevemos a probar cosas nuevas, quizá también haremos algo mejor.”

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Mañana, miércoles 17 de septiembre, empieza una nueva edición del Mercat de Música Viva de Vic / Atena Estudi

Los cuatro elementos esenciales

El Mercat de Música Viva de Vic no es la única propuesta que llenará de música las calles de la capital de Osona estos días. Con ellos, dos festivales nacidos desde el subsuelo, citas autogestionadas ya imprescindibles de la escena indie catalana como el Sugar Il·legal Fest y l’Adoberies. El primero con un cartel este año que reúne gente como Esperit! o Joia; el segundo, Power Burkas o Tarta Relena. “La mejor relación que podemos tener con el off-mercat es no tener relación.” La frase, dicha así, puede sonar contundente, pero lo que hay detrás es una voluntad explícita de dejar respirar la escena paralela, de acompañarla sin querer domesticarla. “Lo único que quieren es que no venga la policía a cortarles un concierto, o que haya baños, una barra y toldos si llueve. Esto es lo que sí les facilitamos”, explica. El mensaje es claro: lo que se genera en los espacios alternativos es tan parte del Mercat como la programación oficial, aunque no dependa directamente de él. “El off-mercat es todo lo que pasa alrededor del Mercat sin estar organizado por el Mercat”, resume.

La clave es el título: mercat, música, viva y Vic. Los cuatro elementos son esenciales

Esta mirada dialoga con otra de las apuestas de la actual dirección: abrir el abanico de géneros. Rial reivindica que el eclecticismo es consustancial al proyecto y defiende la incorporación de la electrónica con naturalidad: “No la potenciamos porque sea nuestro criterio personal, sino porque hay público y clubs llenos cada día.” La edición de este año cuenta con ocho o nueve actuaciones de electrónica dentro de los setenta conciertos programados, un hito inédito. Pero la apertura no se queda aquí. El jazz, el flamenco o la música clásica conviven con el pop-rock y el urban dentro de una misma programación pensada para que cada profesional del sector encuentre su espacio. Rial lo ejemplifica con días en que coinciden bandas de guitarras y grupos emergentes en un mismo escenario, configurando jornadas que pueden funcionar como escaparates completos para programadores y festivales. Al final, la definición del Mercat vuelve a su nombre: no es un festival, sino un mercado, y por eso se articula como un punto de encuentro donde la música en vivo —la música “viva”— se compra, se vende y se comparte. “La clave es el título: mercat, música, viva y Vic. Los cuatro elementos son esenciales”, concluye Rial.