Las actividades humanas generan palabras y expresiones. Pero hay actividades humanas que pueden desaparecer. Cuando esto ocurre, puede que alguna expresión haya pervivido a pesar de que la actividad que generó aquella expresión ya no se lleve a cabo. Entonces los hablantes siguen utilizando dicha expresión a pesar de que la referencia (la actividad) ya no sea vigente.

Por ejemplo, anar al canyet significa 'morir'. ¿Por qué se dice eso? Antiguamente, todo el mundo en el campesinado a poco que pudiera tenía algún animal, como una mula, dado que le permitía llevar a cabo su trabajo con más capacidad (labrar, transportar cosas con carro, etcétera). Cuando el animal fallecía, se solía echar a un lugar con cañas (podían ser torrentes secos). El sufijo catalán -et permite indicar plantaciones; por tanto, un lugar con cañas es un canyet. Por cierto: tal y como explica Joan Puigmalet, en El Prat de Llobregat (al lado del aeropuerto de Barcelona) la expresión anar a parar darrere cal Saio o anar a cal Saio también significaba 'morir' porque el cementerio se encontraba junto al caserío llamado cal Saio. Tradicionalmente, en Girona decían algo parecido: tal y como explican David Casellas y Jordi Corominas, can Crestó era una casa que se encontraba yendo para el cementerio y, por ello, a menudo los gerundenses se referían al cementerio mencionando dicha casa.

Sin dejar el mundo agrícola, podemos reportar la expresión arribar i moldre 'llegar y moler', que se dice cuando alguien tiene la suerte de ponerse a realizar una tarea sin perder tiempo; se refiere a que la gente que cosechaba grano debía ir a molerlo al molino. Los valencianos suelen decir arribar i agranar, aplegar i engranar o aplegar i enfornar 'llegar y poner en el horno' (en catalán, el horno se dice forn). También podemos reportar tenir xeixa, que significa que un negocio da rendimiento o, en el Collsacabra (una región al noroeste de Catalunya), que alguien tiene dinero; de hecho, en otros lugares próximos y también en Mallorca la palabra xeixa acabó designando el dinero en sí. Esto viene del hecho de que el trigo candeal (en catalán, blat xeixa) está muy bien considerado.

En torno a la hilatura

Antaño era importante saber tejer y coser. En la zona de Alcoy (ciudad entre València y Alacant) se generó la expresión d'a fil de vint 'de hilo de veinte' para indicar que algo tiene mucha calidad. Lo dicen porque allí hay mucha tradición de industria textil y el hilo de veinte era el de mayor calidad. A partir de ahí, aplicaron esta expresión a cualquier otra cosa. Sin dejar el mundo del tejido, tenemos la expresión embolicar la troca o enredar la troca 'enrollar la madeja', que significa que alguien hace cosas que solo crean dificultades o complejidades innecesarias (un adulto puede decir a un niño insistente: No emboliquis més la troca, home!). La troca (también denominada madeixa, en castellano madeja) es el resultado de envolver un hilo en sí mismo de forma ordenada, sin enredarlo, para tenerlo guardado de modo que pueda ser tomado posteriormente con facilidad (si aquello quedaba enredado, recuperar el hilo conllevaba mucho trabajo). Hoy en día poca gente hace eso con los hilos, pero ha quedado la expresión. Por cierto, con la palabra madeixa también existe otra expresión: una cosa, estar més embolicada que una madeixa significa que un asunto es muy complicado. ¡En el próximo artículo veremos más expresiones de estas!