Si vais a la isla de Eivissa os quedaréis enamorados de su paisaje, de las calles de la ciudad de Eivissa... ¡y de las palabras que dicen! Por ejemplo: al ver la palabra quelcom 'algo' en un texto pensaréis que es un vocablo de los registros elevados, de cuando uno quiere quedar bien al escribir (por ejemplo, en la frase Hem de fer quelcom per a solucionar això 'debemos hacer algo para solucionar esto'). Pero en Eivissa esta palabra se ha usado a nivel popular significando 'bastante'. El Diccionari català-valencià-balear reporta estos dos ejemplos: Hi ha hagut quelcom més que no mos pensàvem 'ha habido bastante más de lo esperado' (en referencia a la cantidad de algo); Som quelcom sord 'estoy bastante sordo'.

A veces se comenta que en Eivissa (y en Formentera) todo es tranquilo y dulce. Quizá por ello utilizan esta expresión tan tierna: lleu-lleu, cuyo significado es 'lentamente' (Es grup de ciclistes avançava lleu-lleu per sa carretera) y también 'suavemente' (Mentre sonava aquella balada, la parella d'enamorats ballava lleu-lleu). Fijaos si los ibicencos son dulces que, a un pómulo, le dicen mel (masculino), que proviene del latín malum o melum 'manzana' (esta palabra también puede encontrarse en otros lugares de las Baleares, pero en Eivissa tiene más presencia, y también es cierto que pòmul es un derivado de poma 'manzana', pero, ¡qué queréis que os diga!, mel me encanta).

sescalinata 2020 05

También existe la creencia de que Eivissa (y Formentera) son pequeñas. Cierto, lo son si las comparamos con otros lugares. Pero ya sabéis que lo pequeño suele ser más placentero y agradable. A modo de muestra: en Eivissa se hallan las palabras aquí y allí, como en todas partes. Pero si hay que hacer referencia a un punto situado justo aquí o justo allí, dicen susaquí y susallí (o susallines), y también aquinetes y allinetes. Estos vocablos son más precisos, pero también, ¡no me lo negaréis!, más lindos. Y allá donde todo el mundo dice bauma (que normativamente se escribe balma) en Eivissa lo llaman tanto balma como sobalma. ¿Más muestras? Según Joan Veny (Els parlars catalans, 1982, página 102) el verbo tatar significa 'estar ojo avizor', tol·lar significa lo mismo pero haciéndolo desde un punto elevado y al·lero hace referencia a un griterío

Derivados encantadores... y alguna palabra que hace sonrojar

Si hojeamos el libro Aproximació al dialecte eivissenc del propio Joan Veny (1999, páginas 96-97) encontramos otras perlas. Por ejemplo, si un campo es sembrado y ese cereal finalmente no da fruto (por la sequía, por una enfermedad, etcétera) se dice que no n'ha tret eixiu (derivado del verbo eixir 'ir fuera'). Y un hombre ya viejo es un hombre diós, o sea, que lleva muchos días a cuestas. Más ejemplos: las cosquillas allí son cassogues, para una adivinanza usan la palabra endevineta y cuando dicen jugaroll se refieren a un juguete (el sufijo -oll de carácter diminutivo es bastante usado en ibicenco). Pero al tanto: a veces dicen cosas que provocan sonrojo. Así, el botijo se llama baldraca. Proviene del italiano baldracca, que significa 'prostituta'. Y ojo al usar esta palabra: en Eivissa, cuando lo dicen en plural, suelen referirse a los senos de una mujer. [Agradezco a Joan Gomila algunos datos.]