Con la llegada del otoño y de los resfriados, cada vez son más los episodios de tos que experimentamos y vemos. En este artículo os queremos recordar o mostrar hasta 5 formas naturales de reducir la tos, algo tan molesto pero que a veces cuesta tanto de quitarse de encima.

1. Una cucharada de miel

La miel es un alimento delicioso, y encima es bueno para tratar la tos. Un estudio concluye que la miel puede ser más efectiva que los medicamentos para calmar la tos. Puesto que es un demulcente, su viscosidad y su propiedades pegajosas son perfectas para esta para combatir este fenómeno, pues recubre y calma la zona irritada. Si la tos es fruto de una enfermedad bacteriana, la miel puede acortar la duración de sus síntomas y mejorar la recuperación.. Lo ideal es tomar tres cucharadas de miel al día.

Ahora bien, pese a ser ideal para niños y adultos, no se debe aplicar en niños menores de dos años, pues puede causar botulismo, una enfermedad fatal.

Estudios confirman los beneficios de la miel

2. Vapor

El vapor es uno de los mejores remedios ya sea para una tos, un resfriado o para la congestión. El uso de esta vieja práctica ayuda a liberar mucosidad y flemas casi inmediatamente. También es posible añadir aceites que facilitan esta tarea y estimulen el efecto positivo.

Para beneficiarte de esto puedes coger una palangana con agua hervida. Después debes colocarte a una distancia prudencial, en la que no sientas el calor en exceso y puedas respirar el vapor. Después coloca una toalla sobre tu cabeza de manera que no se escape el vapor. Inhala y exhala mientras notas los beneficios. Haz esto durante 5-10 minutos, 2 veces al día. También puedes tomar un baño caliente con las ventanas cerradas y aprovechar el vapor mientras te relajas.

Tos
Tos

3. Jarabe de jengibre y menta

El jarabe de jengibre es una medicamento casero que se ha empleado durante mucho tiempo para tratar la tos. Es un expectorante natural, que además detiene la irritabilidad y el dolor en la parte superior de la garganta. Es ideal para la tos seca. Para aumentar su efecto es posible añadir menta para aliviar definitivamente ese cosquilleo irritante.

La receta de este jarabe es sencilla de elaborar. Solo es necesario utilizar 3 cucharadas de jengibre picado, 1 cucharada de menta seca, 4 tazas de agua y 1 taza de miel. Primero, hay que picar el jengibre y añadirlo junto con la menta a 4 tazas de agua. Esta mezcla se lleva a ebullición y se deja cocinar a fuego lento durante 15 minutos. El siguiente paso es dejar que se enfríe levemente. Después se añade la miel y se remueve hasta que se haya disuelto la mezcla. Toma una cucharada cada pocas horas. Es posible guardar el jarabe en la dejarlo nevera hasta 3 semanas.

4. Dormir con la cabeza elevada

En algunos individuos, la tos productiva ocurre cuando la mucosidad pasa de la parte posterior de la nariz a la garganta. Esto suele ocurrir, sobre todo, durante la noche, pues la postura tumbada del cuerpo provoca este fenómeno. En ocasiones el efecto que esto puede incluso causar dolor de cabeza y falta de aire.

Cambiar esta posición y dormir con la cabeza más alta ayuda a evitar que esto ocurra, por lo que hay más probabilidades de una mejora y de decirle adiós a la tos.

5. Gárgaras de agua con sal

Justo cuando el dolor de garganta aparece, es oportuno hacer gárgaras con agua con sal por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Este procedimiento puede ayudar a drenar el exceso de fluido de las áreas inflamadas de la garganta reduciendo así los síntomas. Las gárgaras, asimismo, hacen que la mucosidad sea más fina. Medio vaso de agua fría con dos cucharadas de sal será suficiente para que este método surja efecto.