Si bien la grasa gluteofemoral tiene ciertas características que la hacen diferente, lo que ocasiona la llamada celulitis no es esta diferencia, sino su relación con el tejido conectivo.

Si echamos un vistazo a lo que hay debajo de la celulitis, encontramos por orden, la epidermis (capa externa de la piel), la dermis (capa interna de la piel), la grasa  subcutánea, y el músculo. Lo que sujeta la dermis al músculo es una secuencia de fibras paralelas de colágeno. Estas fibras tensan la piel hacia abajo en las zonas de contacto, mientras que la piel tiende a subir, empujada por la grasa subcutánea, a medida que se aleja de estos conectores. Esta diferencia de presión a lo largo de la piel es lo que genera la celulitis.

Por tanto, desde un punto de vista ‘arquitectónico’, hay varias cosas que influyen en la celulitis:

  • Cantidad de grasa. Obviamente, cuanta más grasa se acumule, más se tensarán los conectores y más se notarán los bultos.
  • Elasticidad de los conectores: Si estas fibras de colágeno son muy rígidas, tienen menos capacidad de estirarse, y por tanto aparecerá celulitis incluso con niveles de grasa relativamente bajos. Uno de los factores por los que los hombres tienen menos celulitis, incluso con acumulaciones severas de grasa, es que su tejido conectivo es diferente, más en forma de red que de pilares paralelos como en las mujeres. Además, parece que el mayor nivel de estrógeno en las mujeres hace que estas fibras sean más rígidas que en los hombres. Esto explica también por qué hay cada vez más hombres con celulitis.
  • Tono muscular: El músculo es la base sobre la que se asienta todo lo demás. Son los cimientos. Si la musculatura es débil, lo que está encima tiende a colapsar, magnificando los efectos de la celulitis. Más músculo da mayor firmeza a la superficie y hace menos visible la celulitis.
  • Grosor de la piel: cuanto más gruesa sea la piel, más firme será la superficie y menos celulitis se formará. Los hombres en general tienen la piel (dermis y epidermis) más gruesa que las mujeres, lo que representa otro factor protector. La vida es injusta, lo sé.
Celulitis
Celulitis

 Las mujeres son las que se llevan el 99,9% del coste energético asociado a crear (y criar) una nueva vida

Desde un punto de vista evolutivo, las mujeres son las que se llevan el 99,9% del coste energético asociado a crear (y criar) una nueva vida. Muchos pensarán, no sin razón, que soy generoso atribuyendo un 0,01% al hombre, por sus 10 minutos de ‘esfuerzo’. El proceso de formar una criatura humana durante 9 meses, y alimentarla con leche materna durante los siguientes 12-24 meses, requiere cantidades enormes de energía.

Las mujeres, por tanto, evolucionaron para ser mejores acumuladoras de grasa. Aparte de requerir más grasa, ésta se distribuye de manera diferente:

  • En los hombres, la grasa tiende a acumularse en el cuerpo superior, mucha de ella como grasa visceral. Esta grasa, aparte de antiestética, es muy peligrosa, ya que puede interferir con el correcto funcionamiento de los órganos. De hecho el perímetro de la cintura en los hombres es un buen indicador del riesgo de mortalidad por varias enfermedades (problemas del corazón, diabetes…).
  • En las mujeres, la grasa tiende a acumularse en los muslos y glúteos. Si bien esta grasa es subcutánea (entre la piel y los músculos), y por tanto no es peligrosa, las particularidades del tejido conectivo de la mujer hacen que se formen los famosos  ‘hoyitos’, como detallo más adelante.