Mantenerse en forma después de los 40 es la clave para gozar de una buena salud y mantener un sistema inmune fuerte. Afrontar esta nueva etapa de la madurez es esencial, porque el cuerpo cambia a un ritmo vertiginoso y no siempre te das cuenta. Cuando antes hacías un poco de ejercicio y perdías esos kilos de más, ahora necesitas un gran esfuerzo no solo para perder peso, sino para mantenerlo.

Si quieres lucir un cuerpo tonificado, esbelto y además hacerlo de una forma saludable, es fundamental incorporar hábitos saludables que te ayuden a cuidarte de forma constante. Porque estar bien por dentro se traduce en estar bien por fuera, y para ello, hay que ser constante.

Es fundamental incorporar hábitos saludables

Hábitos para estar en forma después de los 40

La ventaja de esta edad es que generalmente, se llega con la madurez y la inteligencia necesarias para querer mejorar por una misma. Con los 40 eres más consciente que nunca de lo que vales como persona, más allá de tu forma física. Y por ello, tener la convicción de querer mejorar y mantenerse en forma es una decisión que te implica única y exclusivamente a ti.

En Forma
En Forma

Ahora bien, como ya avanzábamos, el cuerpo a los 40 se vuelve más lento y le cuesta más quemar calorías. Por lo que es necesario hacer algunos cambios en cuanto a alimentación y otros hábitos que te permitirán estar estupenda y en plena forma independientemente de la edad.

Qué ejercicio hacer

El envejecimiento celular, muscular y los tejidos está en marcha a nivel interno, por ello es necesario contrarrestarlo con los ejercicios adecuados. Si necesitas perder peso, tu gran aliado es el cardio, aunque no puedes olvidar el trabajo de fuerza porque es el que te permitirá mantener tus músculos bien tonificados. A partir de los 40, lo que se recomienda es un 70% de ejercicio cardiovascular, con un 30 de fuerza.

La mejor hora del día para el cardio en esta etapa es la primera hora de la mañana. Por lo que siempre que puedas reserva 25 o 30 minutos para hacer cardio en ayunas. Puedes montar en bici, caminar, nadar, hacer sentadillas, tienes muchas opciones. Para los ejercicios de fuerza, utiliza las bandas elásticas, practica la plancha abdominal o ejercicios con pesas.

La alimentación

Elimina de tu vida los alimentos procesados porque además de perjudicar tu forma física, pueden dañar gravemente tu salud a nivel interno. Si quieres estar estupenda y en buena forma, aliméntate con productos naturales, frutas, verduras, pescado azul rico en ácidos grasos omega 3 o frutos secos. También es un buen momento para preparar tu cuerpo para la futura premenopausia, tu gran aliadas son las isoflavonas de la soja.

En cuanto a la forma de alimentarte, es preferible que realices varias pequeñas comidas a lo largo del día. Olvídate de pasar todo el día con una comida fuerte. Para que tu metabolismo trabaje todo el día, tendrás que hacer 6 comidas diarias repartidas de la siguiente manera. Un desayuno completo, una comida saciante, una cena ligera y 3 pequeños tentempiés a lo largo del día.

Olvídate de las prohibiciones

No te obsesiones con tu cuerpo, ni con la báscula, ni te propongas objetivos poco realistas. Cada cuerpo es completamente diferente y puede que tengas una genética muy agradecida que te ayude a estar en forma fácilmente. Pero lo más habitual es que no sea así y no pasa nada. No busques perder peso con una idea poco alcanzable, piensa en encontrar la mejor versión de ti misma.