El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo humano, muy necesaria para el correcto funcionamiento del organismo. Sin embargo, a pesar de que se trata de un elemento fundamental para la formación de ciertas hormonas, para proteger la piel de agentes químicos o evitar la deshidratación, entre otras funciones, presentar cifras elevadas de colesterol aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades cardiacas.

El sedentarismo provoca que el colesterol suba

El colesterol alto es un tema que preocupa a un elevado porcentaje de la población española y, no es de extrañar ya que, según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), entre el 34-50% de los mayores de 18 años padece hipercolesterolemia en nuestro país

Colesterol
Colesterol

Los malos hábitos alimentarios, en combinación con un estilo de vida sedentario, son algunos de los principales factores que afectan negativamente a nuestra batalla contra el colesterol.

Controlar el temido colesterol

El tratamiento y la prevención de esta patología pasan por lo mismo: un cambio en el estilo de vida que incluya una alimentación saludable, así como un plan deportivo adaptado a nuestras estado físico y necesidades.

A continuación, proponemos algunos consejos que pueden ayudarnos a controlar nuestros niveles de colesterol:

  • Basar nuestra dieta en alimentos que nos aporten nutrientes y aumenten el denominado como ‘colesterol bueno’, el colesterol-HDL. En esta línea, deberíamos seguir algunas pautas como consumir cinco raciones de frutas y verduras al día, aumentar la ingesta de cereales integrales, establecer en tres las raciones de legumbres y hortalizas a la semana o incluir frutos secos y aceite de oliva virgen extra en nuestra dieta, entre otras.
  • Cambiar la freidora por otros métodos de cocinado que añaden poca grasa a los alimentos como el horno, la plancha o la parrilla, el microondas o la cocción al
  • Evitar los alimentos ricos en grasas saturadas. Si buscamos reducir nuestros niveles de colesterol es recomendable limitar el consumo de embutidos, fritos comerciales o bollería industrial. Asimismo, sustituir productos los lácteos enteros por desnatados, emplear aceite de oliva en lugar de mantequilla o decidirnos por carnes magras o pescados blancos frente a otros alimentos más grasos, son algunos trucos que también debemos tener en cuenta.
  • Dejar de fumar y reducir la ingesta de alcohol. En esta línea, existen varias investigaciones que demuestran que dejar de fumar tiene un efecto muy rápido sobre el colesterol.  Por su parte, un consumo excesivo de alcohol puede tener un impacto negativo sobre los perfiles de lípidos de la sangre y contribuye a elevar el ‘colesterol malo’.
  • Luchar contra el exceso de peso. La obesidad es una de las causas de la hipercolesterolemia. Es importante mantenernos en nuestro peso ideal para, así, bajar los niveles de colesterol y reducir los factores de alto riego.
  • Realizar ejercicio físico con frecuencia. Es recomendable ejercitarse un mínimo de tres veces a la semana para llevar un estilo de vida más saludable. Correr, nadar, caminar o montar en bici son algunos de los deportes más recomendables para iniciarse en el mundo del fitness, siempre con una intensidad moderada y de forma progresiva.