El verano tiene, entre otras buenas razones para disfrutarlo, una gran abundancia de productos frescos para disfrutar en la mesa. Son opciones frescas, deliciosas y saludables. Muchas de las frutas y verduras del verano están repletas de beneficios no tan conocidos para la salud.

Los que vamos a ver a continuación son algunos de los mejores alimentos para incorporar a nuestra dieta y vamos a explicar el porqué de su conveniencia.

  • Sandía

Mantenerse hidratado mantiene tu memoria clara y tu estado de ánimo estable. Mediante la sudoración, también ayuda a mantener el cuerpo fresco durante los calurosos meses de verano. La buena noticia es que no solo tienes que beber agua. También puedes ingerirla.

Además de proporcionar licopeno que protege la piel, la sandía tiene un 92% de agua. Algo que provoca también mantenerse saciado a cambio de menos calorías. Una gran ventaja, puesto que beber agua mientras se ingieren otros alimentos no tiene el mismo efecto.

  • Maíz

El maíz dulce fresco contiene dos antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que ayudan a formar el pigmento macular de los ojos que filtra algunos de los rayos dañinos del sol. Los mismos antioxidantes también pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar degeneración macular relacionada con la edad, la principal causa de ceguera en personas mayores de 60 años.

  • Tomates

Comer tomates puede proporcionarte un poco de protección adicional contra el daño que produce el solo. Consumir más licopeno, el carotenoide que hace que los tomates se vuelvan rojos, puede proteger tu piel de las quemaduras solares.

  • Arándanos

Los antioxidantes que contienen los arándanos frescos pueden ayudar a prevenir la fatiga muscular al eliminar los radicales libres adicionales que los músculos producen durante el ejercicio.

  • Cerezas

En verano puedes disfrutar tanto de la variedad dulce de las cerezas como de la ácida. Beber zumo de cereza ácida puede ayudarte a dormir mejor y reducir el dolor posterior al ejercicio físico. Pero, además también contribuye a que puedas adelgazar. Las antocianinas en las cerezas ácidas activan una molécula que ayuda a acelerar la quema de grasa y disminuir su almacenamiento. Asimismo, las cerezas dulces están cargadas de potasio, un reductor natural de la presión arterial. Además, las cerezas dulces son ricas en beta caroteno, vitamina C, antocianinas y quercetina, que pueden trabajar juntas de forma sinérgica para tratar de combatir el cáncer.

Cerezas
Cerezas / Unsplash
  • Frambuesas

Las frambuesas son una gran fuente de fibra, parte de ella soluble en forma de pectina, que ayuda a reducir el colesterol. Una taza de frambuesas tiene 8 gramos de fibra y puede ayudar a prevenir el aumento de peso o incluso promover la pérdida de peso.

  • Té helado

Un gran vaso de té helado en un día caluroso es refrescante, pero también es beneficioso para el cuerpo. Beber té regularmente puede reducir el riesgo de padecer Alzheimer y diabetes, además de ayudar a tener dientes y encías más saludables y huesos más fuertes gracias a que el té es rico en una clase de antioxidantes llamados flavonoides.

Si quieres mantener una buena cantidad de té frío en la nevera, añade un poco de zumo de limón. El ácido cítrico y la vitamina C en ese chorrito de limón ayudan a preservar los flavonoides.