El proyecto europeo HARNESSTOM, una investigación de la UE en la cual participan investigadores e investigadoras de la Universidad Politécnica de Catalunya y de la Fundación Miquel Agustí (UPC-FMA) empieza a desplegar sus actividades a Catalunya. El tomate es el protagonista de la investigación. El proyecto despliega las primeras actividades en Catalunya, con la publicación de una encuesta en línea que permitirá diseñar mejores tomates, con más sabor y más resilientes.

El proyecto tiene como objetivo mejorar las variedades cultivadas de tomate, haciendo especial énfasis en los parámetros de calidad sensorial y gastronómica. Un reto central del proyecto es mejorar la transferencia de los conocimientos y los materiales desarrollados por los centros de investigación al sector productivo y a la ciudadanía.

El tomate

El tomate es una de las hortalizas con más protagonismo a la época de la primavera y el verano en las cosechas del Baix Llobregat. Cuenta con grandes propiedades y beneficios y se trasplanta a finales del mes febrero en invernaderos y a partir de finales de abril al exterior, empezando la cosecha a mediados del mes junio. A partir de aquí es momento de disfrutar de los tomates frescos que se producen en la zona. La variedad de los tomates es uno de los factores determinantes con respecto a la calidad del producto. Los campesinos y las campesinas del Baix Llobregat cultivan una veintena, seleccionadas por su calidad y porque se adaptan bien a la zona. Sin embargo, en el mundo existen más de 4.000 variedades, cada una con sus particularidades.

Los campesinos e investigadores de la Escuela de Ingeniería Agroalimentaria y de Biosistemas de Barcelona (EEABB), situada en el Campus del Baix Llobregat de la UPC en Castelldefels, se han marcado el reto de descubrir nuevas variedades en esta rica biodiversidad. El objetivo es recuperar variedades olvidadas que destaquen por su sabor y se adapten bien al clima y los suelos del Baix Llobregat. Con esta finalidad, diferentes campesinos están realizando ensayos en sus fincas para valorar las aptitudes agronómicas.

Uno de los principales retos del proyecto es mejorar la transferencia de los conocimientos, y los materiales desarrollados por los centros de investigación, al sector productivo y a la ciudadanía. Con esta finalidad, en los próximos años se coordinarán diferentes programas de Ciencia Ciudadana y Selección Participativa, donde se distribuirán semillas y plantel de variedades seleccionadas en anteriores proyectos de investigación a campesinos, cocineros y ciudadanos.

Encuesta en línea

Para ayudar a seleccionar las mejores variedades y contar con la opinión del consumidor, los investigadores han diseñado una encuesta en línea con la cual se quieren recoger las preferencias de diferentes públicos de todo el mundo. La encuesta permite diseñar el tomate ideal para cada persona, en referencia a atributos gastronómicos y sensoriales como el color, la forma, la textura, la intensidad del gusto, etc. Los datos que se recogerán serán de gran utilidad para afinar en la selección de estas nuevas variedades. Además de este diseño más "generalista", también se proponen algunos casos de estudio locales, entre los cuales hay el tomate de Montserrat, el San Marzano o el Corazón de Buey.

La encuesta que estará activa hasta finales de enero de 2022 ha sido traducida a siete idiomas y se está distribuyendo en diferentes regiones del mundo, a través de la red de colaboradores del proyecto. La finalidad de la encuesta es identificar cuáles características son importantes en una variedad de tomate, integrando las necesidades de los diferentes agentes, desde el campesinado hasta el consumidor, pasando por profesionales de la gastronomía, así como identificar singularidades asociadas en diferentes regiones y culturas. El resultado permitirá identificar con mayor profundidad qué nos gusta de un tomate y dirigir la selección de las nuevas variedades.