Que Barcelona es una ciudad masificada es una opinión que avalan muchos residentes de la ciudad que, insospechadamente, también comparte uno de los colectivos que forma parte de esta masificación, los cruceristas. Así se desprende del mayor estudio hecho hasta ahora sobre los patrones de movilidad de las personas que visitan Barcelona y como su presencia afecta a la población residente. El proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundació la Caixa, está liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV), en colaboración con Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal), la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona), el Ostelea Tourism Management School y el CoE Innovación Turística del Eurecat.

Según ha informado este martes la UOC, más de la mitad de turistas de crucero consideran que se encuentran a demasiada gente cuando visitan Barcelona. Su opinión coincide en buena parte con la población residente que convive con este turismo y destaca que la concentración de los flujos de visitantes en torno a las principales zonas turísticas de la ciudad afecta a sus desplazamientos cotidianos y a su calidad de vida, hasta el punto de evitar o haber dejado de visitar algunas zonas para no encontrarse con esta problemática. Estos son solo algunos de los resultados que se desprenden del proyecto VISITMOB, el estudio más amplio hecho hasta ahora con respecto a la movilidad urbana de las personas que visitan Barcelona y los efectos en la población local.

El proyecto lo ha liderado el grupo de investigación GRATET de la URV, encabezado por el investigador del Departamento de Geografía, Aaron Gutiérrez, que ha presentado las principales conclusiones este martes en Barcelona. Los datos obtenidos se basan en las respuestas de cerca de 4.000 encuestas que se han hecho a varios colectivos: turistas que pernoctan en Barcelona, otros que van a pasar el día, personas que aprovechan una visita a la ciudad para hacer turismo y también cruceristas, a quienes además se les puso un dispositivo de geolocalización para monitorizar todos sus movimientos durante las cinco horas de mediana que pasaban visitando la ciudad, entre la salida y el retorno al puerto.

En el marco de este estudio también se han realizado 2.000 encuestas y se ha entrevistado en profundidad una muestra de población residente, para evaluar en qué grado su movilidad cotidiana está condicionada a causa de toda esta actividad turística y si afecta —y como lo hace— su calidad de vida. Con toda esta información se ha obtenido una radiografía inédita hasta ahora, que ha permitido identificar los retos pendientes para planificar una movilidad social y ambientalmente más sostenible, y proponer instrumentos que permitan dar respuesta.

Concentración de flujos de visitantes

Aunque un 90% del turismo de crucero entrevistado define como agradable su experiencia visitando la ciudad y un 80% se ha sentido seguro, más de la mitad —un 53%— destaca haberse encontrado a demasiadas personas a la hora de disfrutar de los lugares visitados y solo un 58% considera que hay suficientes sitios para sentarse a descansar durante su estancia. El problema de la masificación también se menciona en las respuestas de la población residente. Un 36,2% afirma que la movilidad en el espacio público se ve condicionada por la actividad turística, que también afecta, según las opiniones recogidas, la sensación de confort sobre el servicio de transporte público (28,5%) y la puntualidad de estos medios (25,6%). Las cifras obtenidas se incrementan hasta 10 puntos en el caso de las personas que residen en barrios turísticos.

Las respuestas a las encuestas de la población visitante y el turismo de un día, así como el sistema de geolocalización utilizado en el turismo de crucero, permitió constatar que la concentración espacio-tiempo es muy alta en determinados puntos de la ciudad. El distrito de Ciutat Vella lo visita un 100% de cruceristas con un tiempo medio de estancia de dos horas, de las cuales 1:15 h lo hacen a pie. Por detrás están el Eixample y Gràcia. Distritos como Nou Barris o Sant Andreu no reciben ninguna visita procedente de turismo de crucero.

¿Qué visitan los cruceristas?

Los datos también señalan una clara concentración en determinados iconos de la ciudad. El flujo mayor, en el caso de cruceristas, se concentra en los alrededores de la Rambla (96,7%), plaza de Catalunya y paseo de Gràcia (73%) y también a la Sagrada Familia (63,1%). Así, la Rambla es el espacio en que coinciden turistas y excursionistas con cerca del 34%, pero solo un 23% de los visitantes de día de fuera de Barcelona la visitan. De todos los turistas de crucero entrevistados, la mitad ya habían visitado Barcelona anteriormente y, de estos, un 78% repite también la misma ruta. "Independientemente de la tipología de las personas, la edad o del viaje que hagan, el estudio muestra que la mayoría de turistas y visitantes frecuentan los mismos lugares. Eso tiene que ver con las ideas preconcebidas que se tienen de la ciudad y de lo que se supone que tienes que hacer cuando vas a Barcelona", explica Gutiérrez.