El Ayuntamiento de Barcelona se plantea las fiestas de la Mercè en un escenario de completa normalidad, dejando atrás las restricciones de los dos últimos años a causa de la pandemia del coronavirus. Tanto es así que durante la presentación de los actos de la fiesta mayor de la capital catalana, el concejal de Cultura, Jordi Martí Grau, ha garantizado la libertad de movimientos de los ciudadanos en la mayoría de actos, con sólo situaciones excepcionales de control de flujos de entrada y salida en algunos puntos, como la plaza de Sant Jaume, durante las actuaciones castelleres. Asimismo, ha garantizado que, a diferencia del año pasado, el acceso a la plaza de Sant Jaume será libre durante el viernes, cuando empieza la fiesta con la lectura del pregón y a continuación se celebra el Toc d'Inici.
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Cabe decir que, en 2021, el ayuntamiento blindó los accesos en la plaza de Sant Jaume, en algunos casos a considerable distancia de la plaza, en un contexto de protestas convocadas y la experiencia de las pitadas precedentes en las fiestas mayores de Gràcia y de Sants. Con todo, Martí Grau ha rechazado que el año pasado el blindaje tuviera que ver con la posibilidad de protestas -que se produjeron, eso sí, a distancia-, si no como medida anticovid: "Todos los espacios se cerraron por explícitas peticiones de las autoridades sanitarias", ha asegurado el responsable de Cultura del consistorio.
"Este año será de normalidad absoluta", ha indicado Martí Grau, que ha añadido que "estarán todos los espacios abiertos a todo el mundo que quiera venir". De hecho, ha añadido que la fiesta también "es momento para reivindicar y serán bienvenidos todos los que quieran venir". En todo caso, desde el consistorio se ha querido destacar que este 2022 se habrán acabado los espacios cerrados y la necesidad de reservar la asistencia a los actos, no únicamente al Toc d'Inici -al pregón el acceso siempre es restringido y por invitación-, sino también a conciertos y espectáculos, cosa que evitará problemas como los producidos en 2021, cuando las reservas se agotaban rápidamente pero después no se llenaban los recintos. Hay que recordar que todos los actos de la Mercè son gratuitos y que el presupuesto de la fiesta es de unos 3,5 millones de euros.
"Grandes aforos y grandes escenarios"
De hecho, desde el ayuntamiento se prevé una Mercè de retorno a la normalidad y ha recordado que el año pasado "fue con reserva previa", circunstancia que desaparecerá del todo este año porque "una fiesta mayor es incompatible con la reserva previa, que es más bien un simulacro de fiesta." Es por eso que se recuperan "los grandes aforos y los grandes escenarios", y por eso ha querido señalar que se recuperarán los castells, con dos diades castelleres, la del día 24 con las colles de la ciudad, y la del 25 con la presencia de los Minyons de Terrassa y el Colla Joves dels Xiquets de Valls, y la "posibilidad de ver castillos de gama extra".
Asimismo, el concejal de Cultura ha señalado que se sigue negociando para tratar de evitar las huelgas programadas para los días de la fiesta, en especial al sector de la limpieza, pero también entre los trabajadores de autobuses de TMB: "Estamos sentados y continuamos sentados con todo el mundo y espero que tengamos una Mercè normalizada", ha afirmado. Con respecto a la posibilidad de que se produzcan macrobotellones, Martí Grau ha señalado que los precedentes de las fiestas de Gràcia y Sants de este verano, en que no se han producido, indican que la fiesta "se parecerá más a 2019 que a las dos últimas". Hay que recordar en este sentido que a diferencia de 2021 el ocio nocturno está reabierto y que eso ha hecho disminuir significativamente los macrobotellones en la ciudad.
Mercè descentralizada y romana
Entre las novedades de este año, más allá del programa general y en especial de la programación musical, que incluirá un concierto en torno a la figura de Pau Riba, Martí Grau ha querido destacar que la Mercè "está cada día más descentralizada", y en este sentido ha anunciado como novedad la incorporación del parque del Aqüeducte, en Ciutat Meridiana, "una explanada estèril reconvertida en espacio infantil". "La Mercè siempre detecta espacios nuevos en la ciudad", y por eso en este parque se podrán ver propuestas organizadas por el colectivo Pallassos Sense Fronteres.
Asimismo, se ha destacado la programación relacionada con Roma, una ciudad "que le tocaba ser invitada", según Martí Grau, ya que es "la ciudad que nos hizo nacer", recordando así el rol de antigua colonia romana de Barcino ante el cónsul italiano, presente en el acto. Además, ha recordado que la comunidad italiana es el colectivo extranjero más numeroso en Barcelona -más de 44.000 personas, aunque buena parte son más bien identificables como argentinos-, y por eso invitar su capital "es una manera de decir a la comunidad italiana que la ciudad también es suya". El epicentro de la Roma barcelonesa -que no de la Barcelona romana- será la plaza de Mercè. Asimismo, habrá representantes de Kíiv, porque la capital ucraniana será la invitada de la Mercè 2023.