Tras dos años de la instauración, en el centro de Barcelona, de la llamada supermanzana literaria o supermanzana de Sant Jordi, que supone el cierre de la zona central del Eixample para favorecer la celebración de la festividad del 23 de abril, la entidad Eixample Respira pide que se replique el modelo durante las fiestas de Navidad, con una versión aumentada y sostenida en el tiempo. La propuesta se hizo la semana pasada, pero cobra importancia en unos momentos en que Barcelona e incluso buena parte de la Región Metropolitana de Barcelona está bajo un aviso preventivo por contaminación por niveles elevados de partículas.
En concreto, la propuesta de Eixample Respira es la de restringir el paso al vehículo privado en una amplia zona que incluiría el rectángulo formado entre el paseo de Gràcia y la Rambla Catalunya entre la Diagonal y la Gran Via, con la única excepción de la calle Aragó que quedaría abierto al tráfico, y una segunda supermanzana por debajo de la Gran Via delimitada por las plazas Universitat y Urquinaona, con las calles Pelai, Fontanella y Roger de Llúria como límites. La misma entidad recuerda que ya fue impulsora de las restricciones al tráfico que tienen lugar por Sant Jordi.
Con respecto a Navidad, Eixample Respira defiende que se celebre "sin humos", y por eso reclama que se restrinja el tráfico en el centro de Barcelona en fechas en que la ciudad recibe la visita de miles de personas para ver el alumbrado, visitar las diferentes atracciones navideñas y hacer compras. "Durante estas fechas el tráfico en la ciudad, especialmente en el centro, aumenta significativamente provocando embotellamientos, contaminación, molestias y accidentes", apunta a la entidad, que apunta que "es habitual que la Guàrdia Urbana acabe restringiendo la circulación para según qué calles para intentar aligerar el colapso".
El ayuntamiento no descarta las restricciones puntuales
De hecho, el mismo Ayuntamiento señaló, en la presentación del dispositivo de seguridad previsto para Navidad, que no se descartaba restringir la circulación de vehículos privados en momentos de grandes aglomeraciones, tanto en el centro de Barcelona como en los principales ejes comerciales. Se trata de una posibilidad que ya se ha llevado a cabo en otras ocasiones, pero siempre de manera puntual. La diferencia es que Eixample Respira reclama que la restricción no sea puntual si hay aglomeración, sino que sea preventiva y "se restrinja por adelantado circulación en las zonas donde hay más afluencia de gente".
En este sentido, hay que tener presente que los últimos días, la Guàrdia Urbana ha tenido que acordonar el paseo de Gràcia para frenar la avalancha de peatones que invadían la calzada para hacerse fotos con la iluminación navideña. La propuesta de Eixample Respira es la de crear grandes zonas peatonales durante los momentos de máxima afluencia, principalmente vísperas, fines de semana y festivos en las zonas indicadas, así como en los laterales de la Gran Via en los tramos de la Feria de Reyes.