El Ayuntamiento de Barcelona ha descartado que el cartel de las Fiestas de la Mercè 2025 tenga ningún tipo de inspiración religiosa, como respuesta a las duras críticas lanzadas este martes por la mañana para el Arzobispado de Barcelona, que ha considerado que la obra, un trabajo colectivo coordinado por el escenógrafo Lluís Danés, "ridiculiza a la Virgen". Fuentes del consistorio, a consulta de ElNacional.cat, han descartado que Danés se haya inspirado "en ningún motivo o figura religiosa para diseñar el cartel", además de defender "la libertad creativa del autor".

Después de presentarse públicamente el jueves pasado, la polémica sobre el cartel -una tradición más de la fiesta mayor de la capital de Catalunya-, ha estallado este martes una vez el Arzobispado ha hecho público un comunicado en el cual lamentaba "que el cartel oficial (y su versión en vídeo) de la próxima edición de la fiesta mayor de la ciudad utilice de manera irreverente diferentes formas religiosas con la intención de ridiculizar la imagen de la Virgen". Lo cierto es que el mismo Danés se refirió al cartel como "retablo barroco" y la misma estética puede remitir a la imaginería religiosa, con un personaje central que se puede interpretar como la Mercè, protagonista de la fiesta, y por lo tanto como una transmutación de la Virgen de la Merced. Incluso el simbolismo puede remitir, siempre de manera interpretativa, a la iconografía religiosa de la ascensión de la Virgen al cielo.

cartel merce 2025 ajbcn

En todo caso, en la justificación escrita del diseño, el mismo Danés apuntaba que la obra "no quiere transmitir ningún mensaje cerrado ni excluyente", en la cual "no hay dogma ni símbolos ambiguos, solo la voluntad de celebrar la cultura como un espacio de libertad y de convivencia." Para el escenógrafo, el cartel remite en un carro de feriantes que llega a una localidad para iniciar la fiesta mayor, por medio de un "artefacto poético, inclusivo, respetuoso y festivo que quiere conectar con todo el mundo, sin excepciones ni barreras, a través de la emoción y la belleza".

"Es un homenaje a los teatrinos ambulantes y a la cultura popular mediterránea, pero también a una Barcelona con una larga tradición teatral, especialmente en el Paral·lel, donde la calle ha sido siempre escenario y punto de encuentro", añade el escenógrafo, que considera que el cartel refleja "el espíritu abierto, directo, popular y generoso del espectáculo que sale a buscar al público". "Este carro no solo representa la fiesta, es la fiesta, un espacio abierto, popular, bello y colectivo, que celebra con respeto y libertad quien somos como ciudad", remacha Danés.