Con la eclosión de la pandemia de la Covid y la instauración del estado de alarma en marzo de 2020, los ayuntamientos tuvieron que afrontar una serie de gastos por la vía de urgencia para poder frenar, en la medida de lo posible, la expansión de la enfermedad. Más allá de gastos sanitarios, que fueron los más importantes en un mercado voluble donde los precios cambiaban diariamente y, como pasó en Madrid, algunos comisionistas se hicieron de oro, el Ayuntamiento de Barcelona dedicó casi un 10 por ciento de los gastos extraordinarios en las controvertidas actuaciones de urbanismo táctico, con un precio total de 8,4 millones de euros, según avanza 'El Periódico'.

El mencionado medio apunta, en un amplio informe sobre los gastos ocasionados en el consistorio de la capital de Catalunya por la pandemia de la covid-19, que se gastaron más de 12 millones de euros en obra pública, de los cuales cerca de ocho millones y medio fueron al llamado urbanismo táctico, con ejemplos como la polémica ampliación de las aceras de la Via Laietana, con una franja habilitada para peatones pero ocupada impunemente por ciclistas, o los ejes de peatones de las calles Girona, Rocafort y Consell de Cent, que contenían polémicos bloques de hormigón y que muy pronto se degradaron y tuvieron que ser repintados.

Más de 4 millones en terrazas

Según 'El Periódico', actuaciones concretas como las mencionadas anteriormente más los cortes de tráfico en los laterales de la Diagonal y la Gran Via tuvieron un coste de 3,86 millones de euros, mientras que otra de las medidas más discutidas, el incremento del espacio público para destinarlo a la reapertura de las terrazas con el relajamiento de las medidas anticovid -con papel destacado de los bloques de hormigón amarillos tipo new jersey- comportó una factura de 4,47 millones de euros. Otro gasto menor, de montaje y desmontaje de estaciones de Bicing (18.125 euros) completa los 8,4 millones señalados.

Hay que recordar que en noviembre pasado, un informe del Tribunal de cuentas ya cuestionó parte de los contratos tramitados por el Ayuntamiento de Barcelona en actuaciones en el espacio público como freno a la covid por la vía de emergencia. Como los contratos fueron desarrollados de manera excepcional y sin necesidad de concurso público, el Tribunal de Cuentas concluyó que el 14% de los contratos que fiscalizó presentaban alguna incidencia porque la justificación por la tramitación de emergencia fue "indebida, inadecuada o insuficiente". Entre estos contratos, había cinco por un importe de 1,9 millones de euros en concepto de actuaciones en el espacio público, entre los cuales los ensanchamientos de aceras a base pintura en calzada.