La alcaldesa del Ayuntamiento de Barcelona, Ada Colau, ha anunciado que retirarán los bloques de hormigón de color amarillos que han servido para delimitar espacios en los últimos tiempos. Unos bloques polémicos desde el punto de vista estético y de la seguridad vial pero Colau, tan sólo ve un problema: que no son lo bastante agraciados. "Los accidentes no han sido a causa de un hormigón, seamos cuidadosos. Fue de rebote con el hormigón con respecto al accidente de la calle Balmes, estos bloques no generan muertos. Lo sacamos porque es feísimo", en declaraciones a Rac1.

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Bloques que delimitan una terraza en Barcelona

Hay que recordar que el pasado mes de diciembre del 2020, un motorista de 28 años murió "por un siniestro", como detalló el mismo Ayuntamiento. La secuencia de los hechos fue esta: primero se produjo un choque entre una motocicleta y un turismo en la calle Balmes de Barcelona en su confluencia con la Gran Vía de las Corts Catalanes, y después, el motorista acabó chocando contra un bloque de estos. En este caso, el bloque de color amarillo delimitaba una pequeña terraza, como la mayoría que han servido para bares y restaurantes, todo y que muchos, estaban situados, como en la calle Balmes, justo en frente de más de tres carriles de circulación.

A pesar de todo, Colau asegura que gracias a lo que implementó se han salvado "2.000 sitios de restauración en plena pandemia y 3.000 puestos de trabajo". Unos datos que chocan con la amenaza de la pérdida del 50% de este sector que aseguraba el Gremi de la Restauració tener cifrados, teniendo también en cuenta las restricciones derivadas de la pandemia.

La alcaldesa reitera que los bloques se irán retirando de forma progresiva: "Ya estamos haciendo un concurso por un trabajo de modelo de transformación y las haremos bonitas con un diseño barcelonés, muy pronto veremos pruebas piloto".

La solución, hasta ahora, asegura que responde a un urbanismo táctico que califica "de éxito" y ha permitido ganar de "manera económica y rápida espacio destinado hasta ahora al coche". Y pone de ejemplo las superilles. Repasando cifras, algunas partidas publicadas, como la del área de Urbanismo especifica que destinó 150.000 euros a unos bancos de hormigón, en mayo del 2020, para la calle Consell de Cent y que la oposición cuestionó por su seguridad en el tráfico.

Problemas en el Eixample

En la línea de hacer frente a la contaminación, Colau asegura sin especificar la fuente de la información, que las escuelas del barrio del Eixample sufren de este mal con unas consecuencias directas para sus alumnos: "Tenemos estudios que los niños y niñas tienen retraso cognitivo para ir a las escuelas del Eixample. Tenemos que sacar contaminación ya". Y reitera que se han registrado "problemas de desarrollo" en muchos de ellos porque "el Eixample es una autopista".

Colau cita su propio ejemplo personal y explica que sus hijos van a una escuela del Eixample. Para reducir los automóviles, ha puesto de relieve el modelo de la red de metro de la ciudad que "funciona muy bien". El periodista Jordi Basté, cuando ha entrado en la comparativa con el metro de Londres que tiene una red más amplia, la alcaldesa ha admitido que el de su ciudad puede mejorar pero "está muy bien". Además, constata que muchos conductores de turismos no dejan el coche "por comodidad pero no porque no tengan una alternativa".

Con respecto a la propia gestión como alcaldesa, no confirma ni descarta si se volverá a presentar dentro de dos años y se centra en la política actual. Uno de los rasgos más destacados es que ha decidido reducir agenda protocolaria para visitar más los barrios: "Estoy yendo a una media de dos o tres por semana, he intensificado las visitas a Nou Barris, Gràcia o Sant Andreu y no lo he hecho público". No obstante, a través de su Instagram sí publica diariamente cómo coge el transporte público para hacer estas visitas.

Ada Colau INSTAGRAM CAPTURA TUIT

Captura de una historia del perfil de Ada Colau en Instagram esta mañana.

La alcaldesa no quiere centrarse en otros espacios donde pueda ser llamada por el partido, en este caso de Unidas-Podemos, aunque ella es de los comunes: "No me he planteado tomar el relevo de Pablo Iglesias. Hay otros liderazgos muy potentes y ahora empieza una nueva etapa con Yolanda Díaz y es el tipo de liderazgo que necesitamos ahora. Está haciendo muy buen trabajo".

¿Cordones sanitarios?

En clave catalana, Colau rechaza ningún tipo de cordón sanitario o línea roja a nadie, a la vez, que admite que los comunes no aceptarán ni darán los votos favorables a un Govern donde haya Junts: "Si ERC retrocede y vuelve a buscar a Junts, nosotros nos retiramos. Junts está en un nacionalismo excluyente y de disputa constante". Pero, posteriormente, lo matiza y afirma: "Tampoco digo de hacer un cordón sanitario con Junts, cuidado con las palabras. Pero no formaremos parte de un gobierno o votaremos ninguna opción donde estén. Si tenemos que hacer una línea roja o un cordón sanitario es a la repetición electoral".

El escenario de ir a las urnas es el que más rechaza ahora mismo: "No me quiero ni plantear que se envíe a la ciudadanía a elecciones, es una tomadura de pelo y se tendría que obligar a todo el mundo a dimitir. La gente ya ha votado y los partidos se tienen que poner de acuerdo, y punto". ¿Una solución que plantea? "Pediría a Esquerra que llamara al PSC y que el señor Illa haga un esfuerzo, algún gesto porque el PSC ha de formado parte de una nueva etapa en Catalunya".

Fotografía de portada: imagen de archivo de la alcaldesa Colau en el consistorio barcelonés.