El conocimiento del catalán entre el personal será, por primera vez, un criterio a valorar por parte del Ajuntament de Barcelona en la nueva licitación de los chiringuitos de playa de la ciudad. Si los trabajadores pueden acreditar un B2, sumará puntos. Concretamente, hasta 10: 2 puntos por trabajador adscrito al servicio que tenga, cuando se presenten las ofertas, un certificado B2 o superior de catalán, con un máximo de cinco trabajadores. Las lenguas extranjeras también se valorarán con hasta 10 puntos, uno por cada certificado de B1 o superior de inglés, francés, alemán o italiano o tener el pasaporte de un país donde alguna de estas cuatro lenguas sea oficial o la más hablada. De nuevo, con un máximo de 5 trabajadores y 2 puntos por trabajador.

La nueva comisionada para el catalán del Ajuntament de Barcelona, Marta Salicrú, ha celebrado que se tenga en cuenta el nivel de catalán de los trabajadores en la licitación de los nuevos chiringuitos a través de una publicación en las redes sociales: "Más catalán en las playas de Barcelona: el Ajuntament ha presentado la nueva propuesta de licitación para el período 2026–2029 y por primera vez se valorará el conocimiento y el uso del catalán (mediante el certificado B2) del personal de los chiringuitos", ha explicado en su perfil de X. 

El valor del contrato de esta nueva licitación es de unos 2,4 millones de euros y es para cuatro temporadas en las playas de Barcelona: Sant Sebastià, Sant Miquel, Barceloneta, Somorrostro, Nova Icària, Bogatell y Mar Bella. En cinco posiciones (las dos de Nova Icària y las tres de Bogatell) se ha tenido que reducir a la mitad el número de tumbonas y sombrillas que se podrán instalar en la arena debido al retroceso que viven las playas de Barcelona. En abril de 2024, el alcalde Jaume Collboni explicó que las playas de la ciudad habían perdido entre un 15 y un 305 de su arena después de que la borrasca Nelson provocara importantes daños en el litoral. Por eso, pidió ayuda al Gobierno de Sánchez para reponerla. A finales de 2024, se actualizó el proyecto de reurbanización del Frente Marítimo de Barcelona en la zona delimitada por el Pabellón de la Mar Bella y la plataforma del Fórum, para incluir varios cambios para garantizar que esta parte de la ciudad esté más preparada para afrontar el cambio climático, con la previsión de más temporales y la posibilidad de una subida del nivel del mar en las décadas venideras. 

Catalán y responsabilidad ambiental

La novedad del catalán no es la única de la licitación, ya que también se valorará la contratación de personas en situación de desempleo o de exclusión social, la formación en género y no discriminación o bien la subcontratación de empresas de economía social, por ejemplo, en el suministro de vajilla o catering. En el ámbito ambiental se tendrá en cuenta la eficiencia energética e hídrica, la gestión de los residuos y el despilfarro alimentario y los certificados ambientales de calidad. En el ámbito del servicio destaca el establecimiento de precios máximos de algunos productos como el agua, los refrescos o los bocadillos.