Marta Salicrú Serra (Barcelona, 1980), asumió el pasado julio el reto de convertirse en la primera comisionada de Us Social del català, un cargo nuevo previsto en la remodelación del cartapacio municipal del ecuador del mandato, con el encargo explícito de trabajar por la promoción de la lengua propia de los barceloneses. Salicrú, que ha desarrollado su labor profesional en el periodismo musical, ha sido redactora de Time Out Barcelona (2008-2019), además de disc jockey y autora de los libros Rosalía de la A a la Z (Cúpula, 2024) y Putos himnes generacionals (Columna, 2015). Hasta hace poco era directora de Ràdio Primavera Sound.
Precisamente, este bagaje le ayudará en uno de los ejes de su tarea, la creación de la Casa de Creació de Continguts Digitals en Català, una parte de los encargos recibidos, junto a las creaciones de la Oficina del Català y la Bústia del Català, que están orientadas a un objetivo básico, “conseguir que se hable más catalán en Barcelona”, y a la vez, que los barceloneses “puedan sentir que es posible vivir en catalán en su propia ciudad”, a pesar de los ataques catalanófobos. Incidir en el lenguaje de los jóvenes, el sector que más experimenta el retroceso del catalán será primordial, y uno de los ejes de su actuación será el de demostrar que el catalán “también es una herramienta útil para hacer tiktoks y vídeos de YouTube”.
Emma Vilarasau, en el pregón de la Mercè, dijo esto: “Da mucha pena cuando ves a gente que considera que el catalán no es lo suficientemente internacional, que les da rabia el catalán o cuando te ves obligada a cambiar de idioma constantemente, o cuando entras en un café y no te entienden cuando pides”. ¿Usted ha venido a resolver todo esto?
He venido a empezar a resolverlo, porque esto obviamente no es trabajo ni de una persona ni es un trabajo que se pueda hacer en dos años de mandato. Pero sí que he venido a empezar a establecer estructuras dentro del Ayuntamiento de Barcelona para que quien sea que continúe el trabajo de este primer comisionado de Ús social del Català y sea cual sea la fuerza política que esté al frente, que este trabajo pueda seguir haciéndose.
Usted estrena este cargo. ¿Cuál es el encargo que tiene?
Hay una serie de tareas que no dejan margen a hacer otras políticas porque hay poco tiempo. Una es la creación de la Oficina del Català, que será el departamento de este comisionado de uso social del catalán. Esta oficina tendrá también una Bustia del Català que será la forma en que los hablantes podrán interactuar con ella. Estamos trabajando para que sea una manera fácil para expresar quejas y consultas, pero también tengo el encargo de sentar las bases de la Casa de Creació de Contingut Digital en Català. Tenemos una línea de subvenciones que arrancará en la próxima convocatoria de subvenciones generales. Habrá también una voluntad de que haya un criterio transversal que afecte a todas las subvenciones que dé el Ayuntamiento de Barcelona a los proyectos que tengan una perspectiva de lengua. Estos son los primeros encargos.

Antes de entrar en proyectos más concretos, hagamos el dibujo general. En Barcelona, el uso social del catalán está en franca bajada, tenemos un 32,6% de barceloneses, solo un 32,6%, que utiliza el catalán de manera habitual. En el caso de los jóvenes, aún es más bajo. ¿Estamos en un punto de no retorno o estamos a tiempo de revertir la situación?
Estamos a tiempo de revertir la situación. Hay un consenso muy amplio de la sociedad de que hay que actuar ahora, antes de que lleguemos a ese punto de no retorno, y vivimos un momento de oportunidad por esta voluntad política que hay desde la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y en varios municipios de toda Catalunya. Conviven a la vez estos datos negativos de uso social del catalán con otros fenómenos esperanzadores como el hecho de que nunca se haya escuchado tanto volumen de música en catalán, nunca habíamos tenido tantos creadores y creadoras de contenido digital en catalán. Es decir, que, conviviendo con estos datos negativos, también hay varios datos que hacen ver que también tenemos un momento de oportunidad, precisamente para darle la vuelta o empezar a invertir esta tendencia.
Tenemos que ser muy didácticos para que nadie nos pueda cuestionar que no tiene la información, que tiene que haber una rotulación en catalán, que todos los productos que tengan en la tienda o en el restaurante tienen que estar al menos en catalán"
Le pondré algún dato negativo más. Desde que a usted la nombraron en julio, hemos vivido un verano marcado por episodios de catalanofobia. ¿Cuál es el papel de la comisionada del catalán ante este tipo de discriminaciones?
Para empezar, evaluar los protocolos que tenemos en el Ayuntamiento para comprobar si se está respetando o no la normativa. Ahora mismo estoy evaluando esta situación, porque tenemos una normativa de consumo y hemos de velar para que se cumpla. Tenemos que comprobar que haya revisiones e inspecciones y que haya información también. Quiero incidir mucho en que precisamente en el sector de la restauración, en el sector del comercio, las personas que montan establecimientos tengan toda la información. Es necesario que seamos muy didácticos para que nadie nos pueda cuestionar que no tiene la información, que debe haber una rotulación en catalán, que todos los productos que tengan en la tienda o en el restaurante deben estar al menos en catalán, que es eso lo que dice la normativa. Y ahora mismo estoy en este proceso, estoy viendo qué falla en estos protocolos. Cuando tengamos bien detectado qué falla, tendremos que buscar maneras de corregirlos. Me reuní con la concejal Bet Piella de Vic, un ayuntamiento pionero en cuanto a tener una concejalía lingüística, y precisamente, el hecho de revisar los protocolos y fortalecer la comunicación de la normativa ha sido un factor disuasorio que hace que en Vic no haya sido necesario hacer una política sancionadora, porque la política informativa ha sido suficiente para corregir ciertas situaciones. Revisaremos primero que la información sea la correcta, que como Ayuntamiento podamos decir que la damos de manera correcta y a partir de aquí continuaremos trabajando. Pero debe haber un cambio en el comercio de manera que las personas de Barcelona puedan sentir que es posible vivir en catalán en su ciudad.

A colación de lo que me decía, ha dicho que tenemos que ser didácticos. ¿Tenemos que ser simpáticos, también, o podemos gastar un poco de mala leche?
Podemos estar como queramos, que cada uno tenga su talante. Quien quiera estar de mala leche, adelante. Lo que pasa es que, seamos simpáticos o estemos de mala leche, tenemos que ponernos todos, de cabeza. El Ayuntamiento se ha metido de cabeza y vamos a tomar medidas, medidas que algunas no podrán tener resultados hasta dentro de unos años, pero también hay que tomar medidas que puedan ser visibles pronto porque tenemos una ciudadanía que está enfadada y que necesitamos que tenga la percepción de que estamos trabajando y tomando medidas. A ver si de esta manera dejamos de estar un poco menos enfadados. Pero que cada uno esté como esté, que no cambie de lengua. Es decir, da igual la manera como lo hagamos. La cuestión de la simpatía va un poco con mi talante. Yo soy militante en no cambiar de lengua desde siempre, mi experiencia me indica que si a la vez soy simpática pues la comunicación es más fluida pero eso da igual, mientras no cambiemos la lengua cada uno que lo haga o con una sonrisa o con cara más seria.
Quizás no me he expresado bien, pero no me refería a la predisposición personal, sino a si el catalán debe ser una lengua simpática.
Las lenguas no son ni simpáticas ni antipáticas. Las lenguas son una realidad. La nuestra es una lengua minorizada. Es una lengua que ha vivido durante muchos años en contacto con una de las lenguas más potentes de todo el mundo. Y ahora ya no solo convive cada día con una de las lenguas más habladas del mundo, sino con dos, el castellano y el inglés. Pero además es que tenemos una situación de multilingüismo de todas las personas con las que conviven ahora mismo en Barcelona y, por lo tanto, no es una situación fácil, es una realidad compleja pero afortunadamente la tenemos bien detectada, tenemos medidas que las pondremos en práctica y evitaremos que la situación sea más grave.
Explíquenos el proyecto bandera de este mandato que es el de la Casa de la Creació de Contingut Digital en Català. ¿En qué consiste? ¿Cuándo empezará a funcionar?
Es un proyecto que debe arrancar en 2026, aunque queremos que en 2025 ya haya como una presentación, unos primeros pasos. Quiere ser un proyecto al servicio de creadoras y creadores de contenido y que arrancará de forma progresiva porque precisamente quiere ser muy flexible y receptivo a las necesidades que tengan creadores y creadoras, quiere ser un lugar físico de encuentro en común. Pero también quiere ser un lugar que pueda facilitar ayudas y poner a creadores y creadoras en contacto con agentes económicos que puedan hacer que sus proyectos sean más rentables. Al final es muy difícil monetizar el contenido digital, es un aprendizaje que tengo de mi trayectoria y, precisamente, si ya tenemos un ecosistema de creadores y creadoras de contenido que es muy rico, muy amplio, de mucha calidad, queremos que este ecosistema se mantenga. Por lo tanto, debemos darle medios para que estos creadores y creadoras no abandonen, que sigan trabajando y que puedan aspirar a convertirse en referentes. Porque en el momento en el que alguien muy joven tiene vocación de convertirse en creador de contenido en vez de mirarse en un youtuber que lo haga en castellano o en inglés, pues que se miren a los creadores y creadoras que tenemos aquí, de forma que esto se vaya extendiendo. Combatiremos la idea de que al llegar a un cierto momento, coincidiendo aproximadamente con la entrada al instituto, muchos jóvenes dejan el catalán. Seguramente también por alguna cuestión vinculada con la rebeldía propia de esa época, pero trabajaremos con ese talento que ya está trabajando y que nos demuestra que el catalán debe ser una lengua útil para la administración, para la cultura, para todas las formas de creatividad, pero también es una herramienta útil para hacer tiktoks y vídeos de YouTube e intentaremos que los que vengan a partir de ahora se reflejen en ellos y no hagan ese ejercicio de cambiar de lengua.
El catalán debe ser una lengua útil para la administración, para la cultura, para todas las formas de creatividad, pero también es una herramienta útil para hacer tiktoks y vídeos de YouTube"
¿Cómo debemos imaginar esta casa de creación?
Será un espacio físico que quiere servir para que los creadores y creadoras puedan encontrarse entre ellos, pero que también puedan encontrarse con su público. En estos universos digitales se agradece mucho el hecho de poder recuperar eventualmente la corporalidad, es decir, esta desvirtualización, de manera que pueda ser sede de eventos en vivo, que se pueda crear una comunidad más allá del ámbito del ámbito digital, pero también de ser un espacio que pueda servir para dar formaciones, que pueda ser un espacio también para reunirse con asesores fiscales por ejemplo, porque muchas veces te encuentras con que una persona que ha empezado a hacer creación de contenido siendo muy joven, de repente su proyecto va bien, empieza a facturar y no sabe ni cómo facturar ni cómo después debe hacer la declaración de la renta. Estamos en un proceso de conceptualización en el que hemos consultado a creadores y creadoras qué es lo que necesitarán, pero como la idea es que el proyecto pueda arrancar de una manera relativamente rápida pero muy progresiva, iremos sobre la marcha.

La Oficina del Català y la Bustia del Català. ¿Qué son, para qué servirán y cuándo estarán sobre la mesa?
La Oficina será el Departamento de Política Lingüística dentro del Ayuntamiento de Barcelona, el equipo que llevará a cabo las políticas que surjan del comisionado y la Bústia del Català estamos viendo de qué manera lo integraremos, pero la idea es que pueda ser una herramienta muy sencilla para que cuando una persona si va por la ciudad y encuentra alguna queja, alguna duda, pueda usarla y que esto nos llegue al equipo de la oficina para que podamos poner remedio a esa queja, responder, detectar problemas es decir, que haya un diálogo fácil.
¿La adhesión del Ayuntamiento de Barcelona al Pacte Nacional per la Llengua va en la línea de todas estas actuaciones?
El primer punto que requiere la adhesión de un municipio al Pacte Nacional per la Llengua es la creación de un cargo de una figura que sirva precisamente para sacar adelante políticas lingüísticas. Es decir, que aquí el Ayuntamiento de Barcelona se ha adelantado un poco a la propuesta de adhesión porque el comisionado de Ús Social del Català ya estaba creado un poco antes.
¿Y qué le parece que en el piromusical de la Mercè el catalán haya sido la tercera lengua de uso, por detrás del inglés y el castellano?
En el Piromusical 2024 Rosalía solo seleccionó una canción en catalán. En el de Estopa, cuyo repertorio ya estaba cerrado cuando se produce mi nombramiento, hubo seis. O seis y media, si tenemos en cuenta que el fragmento de Como un burro amarrado en la puerta del baile de los barceloneses El Último de la Fila incluyó el verso de la canción que está en catalán. También incluyeron el estreno de Camila, su colaboración con The Tyets, en la que Estopa cantan en catalán, que me parece un buen gesto simbólico. En el formato de Piromusical de autor no puede haber mucha injerencia en la selección, porque estaríamos interfiriendo en esa autoría que le otorgamos. Pero ya estamos trabajando con el ICUB para que en la Mercè de 2026 la presencia del catalán en el Piromusical siga creciendo, como en el resto de ámbitos de la ciudad.
Estamos trabajando con el ICUB para que en la Mercè de 2026 la presencia del catalán en el Piromusical siga creciendo"
Hablemos de la creación del cargo. Usted es la primera comisionada. ¿Cómo afronta este reto?
De una manera muy técnica y con un espíritu muy trabajador, que es como he afrontado todos los trabajos que he hecho hasta ahora. Con una gran voluntad de ponerme al servicio de mi ciudad y de mi lengua, con una gran responsabilidad porque la responsabilidad es enorme, pero con la conciencia de que tengo una gran capacidad de trabajo y que la pondré al servicio de esta tarea.
Esquerra Republicana ha reivindicado la creación de esta figura como una propuesta suya dentro de los acuerdos como socio preferente con el PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. ¿Usted de alguna manera se siente la comisionada de Esquerra?
Yo me siento la comisionada de Barcelona y como decía encaro el encargo de una manera muy técnica. Al final yo soy independiente, no tengo experiencia en política, no tengo experiencia en la administración y, por lo tanto, de quien estoy al servicio es de la ciudadanía y del catalán y de la ciudad. Mi voluntad es entenderme con todos los grupos políticos, con el que gobierna, con el que ha hecho posible la creación del cargo y con el resto de grupos políticos, siempre que tengan el objetivo de conseguir que se hable más catalán en Barcelona. Esta es la única línea roja. Mi mano tendida es a todos los grupos políticos que estén de acuerdo con esta finalidad. Y en mi estreno en la comisión de Derechos Sociales en el Ayuntamiento de Barcelona, la bienvenida por parte de todos los grupos políticos que creen en esta voluntad fue cálida.
¿Qué relaciones tiene con los otros grupos políticos? Por un lado, ¿con Barcelona en Comú y con Junts per Barcelona?
De entrada, los primeros contactos han sido muy buenos, porque coincidimos con esta voluntad. Yo ya me he puesto a su servicio también de manera que nuestra comunicación sea fluida y cualquier idea que sea a favor del catalán y que nos pongamos de acuerdo los grupos municipales para llevarla adelante, yo no tendré ninguna pega con de dónde venga esta idea siempre que vaya en el objetivo que queremos, que es que las personas de Barcelona puedan hablar en su propia lengua.
El castellano no es mi competencia, tampoco creo que necesite que desde el Ayuntamiento de Barcelona se destinen recursos para garantizar su uso social"
En cuanto a los otros dos grupos, ¿cuál es su relación con el Partido Popular y con Vox?
No les he propuesto encontrarnos porque creo que no estamos de acuerdo en este objetivo y porque, precisamente, su recibimiento a la creación de un comisionado de Ús social del Català no era buena. De hecho, en los primeros intercambios que tuvimos me preguntaron si tenía previsto hacer medidas a favor del castellano y no, yo soy la comisionada de Ús social del Català. El castellano no es mi competencia, tampoco creo que necesite que desde el Ayuntamiento de Barcelona se destinen recursos para garantizar su uso social porque este uso está más que garantizado, pero no es mi competencia.
¿Cuál sería su consejo para los barceloneses y barcelonesas que queremos vivir íntegramente en catalán?
Pues que no cambiemos de lengua, que no tengamos prejuicios y que por el hecho de que una persona conciudadana nuestra tenga un aspecto diferente al nuestro, eso no haga que nos dirijamos a ella en castellano. Dirijámonos a todo el mundo en catalán, y si en algún lugar sentimos que no se nos trata como nos corresponde, que no se respetan nuestros derechos como catalanohablantes, que no vuelvan y que expresen una queja por cualquiera de las vías que hay disponibles, pronto también, de la Bústia del Català.

De aquí a final de mandato, ¿cuál es el objetivo que se ha fijado como logro mínimo que debería tener como comisionada?
Como logro mínimo, la construcción de estas estructuras que hemos comentado, la Casa de Creació de Continguts Digitals en Català de Barcelona y la oficina por la lengua. Que haya una segunda campaña de subvenciones y que ya esté más rodada y sea más eficaz. Tener una línea de subvenciones de apoyo a proyectos que difundan el catalán que sea una herramienta útil para fomentar que la gente hable en catalán y que podamos empezar a notar un cambio en el comercio de Barcelona. La creación de estas estructuras la doy por hecha. También querría que pudiéramos empezar a notar unos cambios porque necesitamos quitarnos de encima este pesimismo porque debemos creernos que Barcelona debe ser la capital del catalán.