La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha acusado a la oposición de tener intereses partidistas por no aprobar los presupuestos de la ciudad, pero ha hecho un llamamiento a llegar a acuerdos y a pensar en "los vecinos" y en "la ciudad". Colau ha pedido un "acuerdo político" porque asegura que "Barcelona no puede quedar parada", y pide aprobar las cuentas el próximo 23 de diciembre, día que se llevarán al pleno las cuentas.

En este sentido, Colau se ha referido directamente a ERC, a quien ha acusado de no aprobar las cuentas por razones que no tienen nada que ver con la ciudad. Además, la alcaldesa se ha mostrado "sorprendida" por el cambio de actitud que han tenido en los últimos meses, ya que las anteriores cuentas fueron prorrogadas gracias al voto de los republicanos y por otros acuerdos a los que han llegado durante la legislatura. Además, Colau asegura que no entiende por qué en el Área Metropolitana "sí que podemos gobernar juntos y en Barcelona no".

Colau también ha dicho que si pudiera estaría dispuesta a convocar elecciones y a dar "voz a la ciudadanía", pero que la ley no lo permite en el caso de las administraciones locales. Por eso, ha hecho un llamamiento para que en el próximo mes se puedan aprobar los presupuestos con el máximo de consensos posibles. La alcaldesa considera que son unos buenos presupuestos y que tienen una vertiente muy social, pero también ha asegurado que está abierta a acuerdos político concretos para mejorarlos.

También el segundo teniente de alcaldía y presidente del Grupo Municipal del PSC, Jaume Collboni, ha acusado a los republicanos de actuar por los intereses del presidente de ERC a nivel nacional, Oriol Junqueras, y no en favor de la ciudad. Collboni, sin embargo, también ha querido defender las cuentas asegurando que eran "las más sociales de la historia del ayuntamiento" y ha pedido a los partidos que piensen en la ciudad y acepten llegar a acuerdos.

La oposición acusa a Colau de no querer pactar

Las palabras de Colau, sin embargo, contrastan con las que le ha dedicado la oposición. Todos los partidos, menos la CUP, han querido manifestar esta mañana que la alcaldesa no ha querido pactar con ellos las nuevas cuentas.

El líder municipal de ERC, Alfred Bosch, ha pedido a Colau que tenga en cuenta las peticiones previas que habían preguntado si quieren negociar, pero los ha acusado también de no querer generar consensos. También Joaquim Forn de CiU ha calificado Colau de ser "incapaz de hacer pactos" con los grupos y lo ha acusado de "paralizar la ciudad" y ser "el gobierno de los gestos".

C's ha ido en la misma línea, pero ha exigido además que se cambie el interlocutor del Ayuntamiento en las negociaciones de las cuentas "porque no quiere llegar a pactos". Carina Mejías ha denunciado también que el Ayuntamiento, a su parecer, "no haya hecho nada durante un año" y que la ciudad esté "paralizada".

Finalmente, por parte del PP, Alberto Fernández ha querido denunciar una actitud "autoritaria" de la alcaldesa para gobernar "a base de decretos" y ha remarcado que Colau cuenta con "la mayor minoría de la historia del consistorio".

Presupuestos por cuestión de confianza

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona tendrá que recurrir a la cuestión de confianza para poder aprobar los presupuestos del 2017, ya que la mayoría de grupos rechazó este martes en la comisión de Economía dar luz verde al trámite ordinario en el pleno municipal. Los presupuestos se llevarán al pleno finalmente el próximo 23 de diciembre.

La propuesta de presupuestos fue rechazada este martes con los votos contrarios de la oposición en bloque, CiU, C's, ERC, PP y CUP y los favorables del equipo de gobierno, BComú y PSC. Es decir, 26 votos en contra por 15 a favor.

La cuestión de confianza permite aprobar los presupuestos pero da un plazo de treinta días al resto de grupos para presentar una moción de censura con unos presupuestos alternativos y un candidato a la alcaldía, de manera que si no se presenta esta alternativa en el periodo fijado, los presupuestos quedan aprobados y la alcaldesa ratificada.

En este sentido, la coalición de gobierno entre Barcelona en Comú y el PSC prevén que la falta de consenso entre el resto de grupos imposibilitará que se presente la moción de censura, ya que no habrá acuerdo para presentar a un candidato alternativo.