Tal dia com avui de l’any 1939, fa 80 anys, en el context de la Guerra Civil espanyola (1936-1939) i quan feia escassament un dia que les tropes franquistes havien ocupat Barcelona, els seus caps militars s’adreçaven a la població anunciant un decàleg de mesures que marcava el punt d’inici de la repressió del règim. Segons la premsa de l’època, el general Solchaga, cap de la IV Divisió de Navarra ―un dels cossos de l’exèrcit rebel que havia participat en l’operació d’ocupació de la ciutat― es dirigia a la població a través de Radio Barcelona i proclamava amenaçadorament que: “Yo os aseguro que la nueva España que renace, Una, Grande y Libre, la que os han traído nuestras tropas en la punta de sus bayonetas (...) no quiere más (...) que una Cataluña española”.

D’altra banda, el general Álvarez Arenas, nomenat capità general de Catalunya pel govern rebel de Burgos el dia de l’ocupació de Barcelona, signava i feia públic un ban que afectava la totalitat del territori català. L’article 12 d’aquell ban deia: “Quedan prohibidas todas las actividades políticas o sindicales que no se desarrollen dentro de Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. (...) lo que sancionaría fulminantemente como el más grave delito de traición”. I el 13 deia: “Los insultos y agresiones a todo militar, funcionario público o individuo perteneciente a las Milicias que han tomado las Armas para defender la Nación (...) serán perseguidos en Juicios sumarísimos, aun cuando (...) no estuvieren aquéllos desempeñando servicio alguno”.

En l’article 14 del ban d’Álvarez Arenas es deia: “Los funcionarios, Autoridades o Corporaciones que no se presten a mi Autoridad (...) serán suspendidos de sus cargos, sin perjuicio de la correspondiente responsabilidad criminal, que les será exigida por la Jurisdicción de Guerra”. L’article 17 deia: “Se considerarán como rebeldes, a los efectos  del Código de Justicia Militar, y serán juzgados (...) los que celebren cualquier reunión, 'conferencia o manifestación pública sin previo permiso de la Autoridad (...)  y los que asistan a ellas (...); los realizados por medio de la Imprenta u otro medio de publicidad”. I el 19 deia “Los que pusieran en funcionamiento estaciones radioemisoras particulares, se considerarán rebeldes a los fines del Código de Justicia Militar”.