El semanario The New Yorker, el medio cultural más influyente del mundo, ha contrapuesto el discurso integrador del president de Catalunya, Carles Puigdemont, después del atentado de Barcelona, con el que realizó el presidente de EE.UU., Donald Trump, después de los incidentes racistas de Charlottesville (Virginia). La publicación pone el discurso de Puigdemont como modelo, mientras critica la equidistancia expresada por Trump.

"Charlottesville y Barcelona también están unidas por el discurso cada vez más extremista de Donald Trump, desde una ambigüedad moral con respecto a los supremacistas blancos y neonazis en Charlottesville", afirma, y cita un tuit en el que hablaba de la sangre de cerdo. [...]. "Esta forma de hablar es sumamente ofensiva para los musulmanes de todo el mundo y es seguro que excitará las tensiones. Quizás esta sea la intención de Trump. En una entrevista con la cadena Fox, recomendó 'matar a las familias de los terroristas', como un medio para reforzar la guerra liderada por Estados Unidos contra el Estado islámico".

"En contraste con las declaraciones de Trump, la oficina del presidente del Govern de Catalunya, la región semiautónoma de España de donde Barcelona es la capital, ha hecho pública esta declaración:

"Sabemos que todas las buenas personas, de todos los orígenes y religiones, y qualquiera sea su status social dan apoyo a las víctimas. Están de nuestro lado. La democracia y los valores intrínsecos a la libertad y la igualdad son más fuertes que la violencia terrorista. Juntos, derrotaremos a los que tratan de generar desconfianza a través de la violencia. Catalunya ha sido, es y será un país de paz. Un país acogedor. Y no dejaremos que un pequeño grupo acabe con nuestra forma de vida forjada a lo largo de los siglos".

"La declaración de pésame del Govern catalán evitando el camino fácil de avivar el miedo a los musulmanes ha hecho un esfuerzo por ser inclusiva y abarca a parte de su población políglota. Era el tipo de declaración que realizaban anteriores presidentes de Estados Unidos, sensibles a su papel como guías morales y protectores de todos sus ciudadanos. Es lo contrario de las declaraciones hechas por el actual presidente de EE.UU.", concluye sin tapujos.