En el corazón de la tecnología moderna, los semiconductores son imprescindibles. Desde los teléfonos móviles hasta los sistemas de inteligencia artificial (IA) que transforman sectores enteros, su presencia es universal. Pero detrás de su desarrollo hay una lucha por la supremacía, protagonizada por dos gigantes: Intel y TSMC.

¿Qué son los semiconductores y por qué son esenciales?

Los semiconductores son materiales que conducen la electricidad de forma controlada, fundamentales para fabricar chips, esos pequeños componentes que encontramos en casi todos los dispositivos electrónicos. Un solo chip puede contener millones de diminutos interruptores llamados transistores, cuya cantidad y tamaño determinan su potencia y eficiencia.

Las empresas fabrican chips con tecnologías medidas en nanómetros (nm), una unidad que refleja el tamaño de los transistores. Cuanto menor es el número de nanómetros, más avanzados son los chips. Por ejemplo, mientras que en 2015 Intel y TSMC competían por los chips de 10 nm, hoy TSMC lidera con su tecnología de 3 nm. Estos avances ofrecen:

  • Mayor eficiencia energética, reduciendo el consumo de electricidad.
  • Mayor rendimiento, permitiendo procesar más datos en menos tiempo.
  • Mayor capacidad, clave para la IA y otras tecnologías avanzadas.

Intel: de líder a rezagado

Durante décadas, Intel fue el líder indiscutible en la fabricación de procesadores. Desde su fundación en 1968, la empresa estadounidense marcó el ritmo de la innovación tecnológica. Sin embargo, una decisión estratégica en 2015 marcó un punto de inflexión: la empresa retrasó la actualización de sus fábricas para producir chips de 10 nm.

Mientras Intel enfrentaba problemas técnicos y de gestión, TSMC avanzaba rápidamente. Para 2017, ya fabricaba chips de 10 nm a gran escala, y en poco tiempo superó a Intel con tecnologías más avanzadas. Esta pérdida de liderazgo afectó su posición tecnológica y su capacidad para asegurar contratos con grandes empresas como Apple y Nvidia, que optaron por TSMC como socio estratégico.

TSMC: la fuerza detrás de los gigantes tecnológicos

TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), fundada en 1987, optó desde el principio por un modelo de negocio diferente al de Intel. En lugar de diseñar y fabricar sus propios chips, se especializó en la producción para otras empresas. Este enfoque le permitió concentrarse en la mejora de sus procesos tecnológicos.

Mientras Intel lidiaba con sus problemas internos, TSMC invirtió en investigación y desarrollo, con avances en tecnologías de 5 nm y 3 nm. Empresas como Nvidia, que necesitan chips avanzados para sus sistemas de IA, dependen de TSMC para mantener su ventaja competitiva.

TSMC se especializó en la producción para otras empresas, y mientras Intel lidiaba con sus problemas internos, invirtió en I+D

Un dato ilustrativo: en un chip de 3 nm caben hasta 300 millones de transistores en un espacio del tamaño de una uña. Este nivel de miniaturización explica por qué TSMC se ha convertido en el principal proveedor de los chips más avanzados del mundo.

La inteligencia artificial y su impacto en la industria

La IA transformó la industria de los semiconductores. A diferencia de los chips tradicionales, los chips diseñados para IA, como las GPUs, manejan grandes cantidades de datos y ejecutan cálculos complejos. Esto requiere tecnologías de fabricación más avanzadas.

Nvidia, por ejemplo, diseña sus chips de IA, pero depende exclusivamente de TSMC para fabricarlos. Estos chips tienen un coste muy elevado, alcanzando decenas de miles de dólares por unidad, en comparación con los chips tradicionales, que cuestan cientos. Este segmento, de alto valor añadido, es dominado por TSMC, mientras que Intel ha quedado fuera de juego en este mercado clave.

El papel de los nanómetros en la tecnología cotidiana

Para entender mejor la relevancia de los avances tecnológicos en chips, pensemos en dos móviles: uno con un chip de 10 nm y otro con un chip de 3 nm. El móvil con el chip más avanzado:

  • Ofrecerá mayor duración de batería, gracias a su menor consumo de energía.
  • Ejecutará aplicaciones complejas, como videojuegos o herramientas de realidad aumentada, de forma más rápida.
  • Soportará funciones avanzadas de IA, como asistentes virtuales, con mayor eficiencia.

Esto explica por qué las empresas tecnológicas más innovadoras eligen los chips de TSMC para sus productos.

La posición estratégica de TSMC

Actualmente, TSMC controla el 62% del mercado global de fabricación por contrato. Este dominio asegura un flujo constante de ingresos, especialmente en un mundo donde la IA sigue ganando protagonismo. A pesar de los esfuerzos de Intel por reinventarse y entrar en el negocio de la fabricación por contrato, la distancia tecnológica con TSMC sigue siendo significativa.

La ubicación de TSMC en Taiwán añade una dimensión estratégica a su negocio. Taiwán, aunque es políticamente inestable debido a las tensiones con China, es un centro clave de la industria de semiconductores. Estados Unidos y otros países han comenzado a diversificar la producción fuera de Asia para reducir riesgos geopolíticos. Sin embargo, TSMC mantiene una ventaja tecnológica que es difícil de igualar.

Una mirada al futuro

La competencia entre Intel y TSMC es mucho más que una rivalidad empresarial. Refleja cómo la inteligencia artificial redefine las prioridades y los desafíos de la industria tecnológica. TSMC, con su enfoque en la innovación y las alianzas estratégicas, ha demostrado ser el jugador dominante en este nuevo panorama, mientras que Intel se esfuerza por recuperar terreno.

En este contexto, la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino el factor decisivo que determina quién lidera y quién queda rezagado. Por ahora, TSMC lleva una ventaja que parece difícil de superar.

Las cosas como son.