El 'boom' de aperturas de hoteles de lujo en España está siendo todo un atractivo para el turista internacional. Pese a la inflación, la subida de precios o el riesgo de recesión, los turistas que viajaron nuestro país lo hicieron a lo grande y las ocupaciones en los hoteles de cinco y cuatro estrellas superaron a las de 2019, según destaca el Banco de España en su informe sobre la recuperación del turismo internacional en 2022. En este se destaca que los hoteles se han recuperado a dos velocidades de la pandemia, pues los de tres estrellas o menos, aún están un 13% por debajo.

El ahorro generado en 2020, durante el confinamiento, ha hecho que más viajeros extranjeros hayan decidido hospedarse en los hoteles de mayor categoría en España y además, la reforma de estos establecimientos durante la crisis sanitaria ha generado una mayor atracción. Así, la ocupación -con datos hasta el tercer trimestre- fue superior al 60% en los hoteles de cinco estrellas y cercana al 70% en los de cuatro.

Esta tendencia empezó en 2021. El Informe Anual Hotel Monitor elaborado por la patronal hotelera CEHAT ya puso de relieve que, si bien los hoteles de cinco estrellas sufrieron un poco más que los demás durante la pandemia, han salido más reforzados de la situación y al igual que los hoteles de cuatro estrellas, fueron los más demandados en nuestro país el año anterior. La oleada de nuevos hoteles de lujo ha llevado a España a ser el tercer país europeo con más alojamientos cinco estrellas, con un 4% del total, solo por detrás de Portugal y Grecia según un reciente estudio de Círculo Fortuny y Bain & Company.

Durante los dos últimos años, grandes firmas internacionales como Four Seasons, Mariott o Hyatt han aterrizado en el país. El último informe de CBRE revela que en 2022 se han invertido 3.300 millones en el sector hotelero español y las categorías a la que más inversión se ha destinado han sido los hoteles de 4 estrellas (el 46% del total), seguido de los de 5 estrellas y gran lujo, (con el 33% del total). El aumento de hoteles de mayor calidad ha cambiado el flujo de turistas que viajan hacia nuestro país, ahora tenemos más capacidad de atraer a los viajeros internacionales con mayor capacidad de gasto. Pero largo plazo, indica el BdE, el sector tiene el reto de retener a este tipo de turista.

En 2022 la recuperación del turismo internacional se ha visto impulsada por la demanda embalsada de viajes internacionales y la bolsa de ahorro extraordinario acumulada tras dos años de pandemia. Este impulso habría contrarrestado en gran medida los efectos negativos de la guerra de Ucrania y del deterioro de las perspectivas económicas y de la capacidad adquisitiva de las familias, en un contexto de elevada inflación.

En comparación con el conjunto de la Unión Europea, en España la evolución de las pernoctaciones hoteleras de los turistas extranjeros fue más favorable en la temporada de verano de 2022 que en la de 2021. No obstante, ha habido destinos competidores muy relevantes que han mostrado un mayor dinamismo que España. En particular, Turquía, que ha superado ampliamente los niveles registrados en 2019.

En España la recuperación del turismo internacional ha sido heterogénea. Respecto a los países de origen, la reactivación ha sido más dinámica entre los turistas procedentes de Europa, cuyas llegadas en el tercer trimestre de 2022 se situaron solo a un 9,3% por debajo de las cifras de 2019, frente a un 20,2% en el caso del turismo extraeuropeo. Los turistas procedentes de Portugal, Bélgica y Países Bajos, rebasan sensiblemente los niveles previos a la pandemia. Y los de Reino Unido y Alemania (nuestros dos principales mercados) todavía no se han recuperado por completo. Fuera de Europa, sobresale el dinamismo de las visitas procedentes de América, incluido Estados Unidos, en un contexto de apreciación del dólar que abarata los viajes hacia los países de la zona del euro.

En cuanto a los motivos del viaje, la recuperación del turismo de negocios está algo más avanzada que el turismo de vacaciones y ocio. En el conjunto del tercer trimestre, las llegadas de turistas internacionales en viaje de negocios se situaron un 9,8% por debajo de las de 2019, mientras que las correspondientes a viajes de vacaciones fueron un 11,5% inferiores en el mismo período. Y respecto a la vía de llegada a nuestro país, el transporte aéreo sigue siendo líder con casi el 80% del total de los desplazamientos.

Atendiendo a la forma de organización del viaje, el turismo que viaja con paquete turístico -sobre todo británicos y alemanes- se recuperó más lentamente y aún permanece ligeramente por debajo de las cifras de 2019. Pero los que viajan así hacia España gastan más que el resto, según el Banco de España. Este tipo de turista se aloja preferentemente en hoteles (lo hacen un 34% más que aquellos que no utilizan esta forma de viajar) y viajan, sobre todo, en avión (un 20% que el resto).

En cuanto a los tipos de alojamiento, destaca la mejoría del alojamiento hotelero, que ha sido significativamente más sólida que la de otras formas de alojamiento extrahotelero. Así, mientras que las llegadas de turistas alojados en viviendas propias, en alquiler o de familiares permanecieron entre un 14% y un 27% por debajo de las cifras previas a la pandemia, las llegadas de turistas alojados en hoteles se situaron a tan solo un 4,6% del nivel de 2019, según Frontur.