La incertidumbre del conflicto bélico en Oriente Medio se ha trasladado a los mercados internacionales. En el caso del petróleo, este lunes, los mercados asiáticos -los primeros en abrir- amanecieron con los precios disparados a máximos de hace cuatro meses: por encima de los 81 dólares. El precio de crudo Brent, el de referencia en Europa, se ha disparado la madrugada de este lunes, en una primera reacción al ataque de Estados Unidos a Irán, pero después se ha relajado hasta los 78,15 dólares. Pese al descenso, el precio del petróleo se mantiene en máximos de enero de 2025.
Según datos de Bloomberg recogidos por Efe, esta medianoche el Brent se disparó casi un 6%, hasta los 81,40 dólares, desde los 77,01 en los que cerró el pasado viernes, después de que Estados Unidos bombardeara el fin de semana tres instalaciones nucleares en Irán. Era la vuelta a niveles de hace 4 meses, pero la subida se atenuó, a la espera de conocerse cómo evolucionará el conflicto y, especialmente, cuál será la respuesta de Irán a los ataques de Estados Unidos. De hecho, durante la noche del domingo al lunes, la subida se ha ido suavizando y a las 7:00 horas (5:00 GMT) de este lunes, el Brent avanza el 1,36%, hasta los 78,15 dólares.
Por su parte, el coste del barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para EE.UU., llegaba a subir hasta los 77,13 dólares, un 4,4% por encima del precio del último cierre, aunque posteriormente limitaba su avance hasta los 75,01 dólares.
Los mercados temen la decisión que tome Irán, concretamente si decide bloquear el Estrecho de Ormuz como represalia por los ataques. Tal medida supondría el corte de una vía marítima clave en Oriente Próximo y podría interrumpir gravemente los suministros de petróleo y gas de la región. Las hostilidades entre Teherán y Washington también podrían hacer que este último imponga más sanciones contra la industria petrolera de Irán, limitando aún más los suministros a partes de Asia y Europa.
El Estrecho de Ormuz, la clave
El responsable de Estrategia en materias primas de ING Research, Warren Patterson, remarca que la decisión es importante, puesto que una cuarta parte del comercio marítimo de petróleo se mueve a través del paso y alrededor del 20% del comercio mundial de GNL, de declaraciones a Europa Press.
"Un bloqueo efectivo del Ormuz provocaría un cambio drástico en las perspectivas petroleras, llevando al mercado a un profundo déficit", ha subrayado el experto, para quien la capacidad de producción sobrante de la OPEP no sería de ayuda en esta situación, puesto que la mayor parte se encuentra en el Golfo Pérsico y sus flujos también tendrían que pasar por el estrecho de Ormuz.
Ante esta situación, los gobiernos se verían forzados a coordinar la liberación de petróleo de las reservas estratégicas, lo que sería solo una solución temporal, mientras que el aumento de precios impulsaría la actividad de perforación en EE.UU., pero este suministro adicional tardará en llegar al mercado y sus volúmenes no serán suficientes para compensar las pérdidas a través del Ormuz.
"Si el bloqueo se lleva a cabo con éxito, se espera que el petróleo Brent alcance los 120 dólares por barril a corto plazo. Una interrupción prolongada (hasta finales de 2025) probablemente haría que los precios superen los 150 dólares por barril, alcanzando nuevos máximos históricos", concluye.