Ryanair está abandonando rutas y aeropuertos en otros países de Europa, además de España. En concreto, en Francia, Alemania, Austria y los tres bálticos, con un argumento común: la subida de tasas e impuestos aeroportuarios.

En las últimas semanas, Ryanair ha anunciado recortes de operaciones en Francia, Alemania, Austria, Estonia, Letonia y Lituania, además de los avanzados para España, porque considera anticompetitivas las tasas que le cobran los distintos gestores aeroportuarios.

Al tiempo, asegura que desplazará capacidad a países donde las tarifas son más bajas y tienen un mayor potencial de crecimiento: Italia (excepto Roma, donde también exige menores costes), Suecia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Albania y Marruecos.

En España, en concreto, la tarifa de Aena prevista para 2026 sube un 6,5% (0,68 céntimos) hasta una media de 11,03 euros por pasajero, después de haber estado congelada prácticamente 10 años. En los aeropuertos regionales ofrece descuentos que pueden llegar a situar la tarifa por debajo de los cinco euros, según fuentes del gestor.

¿Falta de aviones?

Fuentes del sector aéreo explican que en realidad la compañía irlandesa tiene un problema, común a todas las aerolíneas, con la falta de aviones, porque los grandes constructores (Airbus y Boeing) acumulan importantes retrasos en sus entregas. Ryanair dispone de 636 aviones, de los que 610 son Boeing.

Esta escasez de material les impide atender toda la demanda potencial y les lleva a reasignar sus aparatos a aquellos aeropuertos más rentables y con mayor factor de ocupación y descartar otros con menor volumen. Otras fuentes en la aviación añaden otro factor: la rebaja o eliminación de ayudas por parte de autoridades regionales o locales a aerolíneas para promocionar sus lugares como destino.

En España, su segundo mercado tras Italia y donde es líder por delante de Vueling e Iberia, admite que todos sus vuelos son rentables, pero ha anunciado un recorte de capacidad que suma ya tres millones de asientos y exige a Aena una rebaja sustancial de tasas sobre todo en aeropuertos regionales.

A los ceses de operaciones en Valladolid y Jerez el pasado verano añade este invierno el cierre de la base de Santiago de Compostela y el abandono de Tenerife Norte y Vigo, y para el próximo verano el fin de la actividad en Asturias.

Francia, Alemania, Austria

En Francia, la 'low cost' dejará de operar en tres aeropuertos (Bergerac, Brive y Estrasburgo) y eliminará 25 líneas en la temporada de invierno, con 750.000 plazas (13 % de su oferta). Además, reducirá un 8% de capacidad en las conexiones de Paris-Beauvais, del 9% en Marsella y del 4% en Toulouse, después de la subida en un 180%, según sus cifras, del impuesto sobre el transporte aéreo.

En Alemania, reducirá 800.000 plazas este invierno, un 10% de la oferta prevista. Aunque crece en aeropuertos regionales de bajo coste, recorta posiciones en nueve aeropuertos que considera "caros", como Berlín, Hamburgo y Colonia, y anula 24 conexiones con el mismo argumento.

"Los elevados costes de acceso en Alemania contrastan fuertemente con países como Irlanda, España y Polonia, que no aplican impuestos al transporte aéreo", explica la compañía en una nota. Igualmente, tendrá menor capacidad en Austria, donde eliminará tres aviones y tres conexiones en Viena (Billund, Santander y Tallin), donde las tasas han subido un 30% desde la pandemia, según sus datos.

Reducciones en los tres países bálticos

A principio de este mes, Ryanair publicó una reducción de capacidad en Riga (Letonia) para el invierno 2025 en 160.000 asientos (un 20%) y la anulación de siete rutas internacionales por los costes crecientes.

También en Lituania frenará actividad, ya que no contempla un crecimiento de capacidad para este invierno porque las tasas en el aeropuerto de la capital, Vilnius, han subido un 30% desde 2023 y un 7% en Palanga, un foco turístico en el Báltico.

En Estonia recortará su capacidad un 40% (110.000 asientos y cinco rutas internacionales) en el aeropuerto de Tallín para el invierno debido a la subida del 70% en los costes aeroportuarios. Este verano ya aplicó un recorte de capacidad del 45% (230.000 asientos).

Para los tres mercados bálticos asegura que, en ausencia de subidas de tasas, doblaría capacidad hasta 7,6 millones de asientos y aumentaría el número de aviones.

En Italia, batalla con el Ayuntamiento de Roma

En Italia, aunque es su principal mercado y crece en bases regionales, tiene abierto un conflicto con el Ayuntamiento de Roma, donde reducirá su base desde 17 a 16 aviones y no aumentará capacidad en este invierno.

Protesta así por la subida de tasas anunciada para 2028 en los dos aeropuertos de la ciudad (Fuimicino, un 15% y Ciampino, un 44%) y por la decisión de aumentar el impuesto municipal en ambos a partir de abril de 2025.

A ello añade la congelación de capacidad en Ciampino (sirve sobre todo el tráfico 'low cost' a y desde Roma) a 65 vuelos diarios, la mitad de los que Ryanair cree que puede operar.