Doce años y más de 20 millones de inversión acumulada han hecho falta para hacer realidad el robot quirúrgico Bitrack, el octavo existente en Europa, que ha desarrollado la empresa Rob Surgical, en un 47% participada por el fondo holandés Scranton, de la familia Grífols. La primera unidad del robot está efectuando operaciones de cirugía urológica en pacientes del Hospital Clínico de Barcelona, desde junio de 2023. De esta primera unidad del robot quirúrgico Bitrack, que ha hecho dos rondas de operaciones, se fabricarán diversas más en una planta de fabricación que se ha ubicado en el Prat de Llobregat, la localidad donde está el centro de investigación Specific que contribuyó a las primeras pruebas del prototipo en animales.

Para afrontar la etapa de producción y comercialización, durante el primer semestre de este año -una vez se haya obtenido el certificado de fabricante de dispositivos médicos por parte de las autoridades correspondientes-, Rob Surgical tiene abierta una ronda de financiación para captar entre 30 y 50 millones de euros. Scranton ha acompañado el crecimiento de Rob Surgical, desde 2019, y tiene "intención de seguir haciéndolo", aseguran fuentes próximas a la tecnológica, aunque no ha definido si suscribirá parte de la ronda de financiación, "dependerá del socio o socios que encuentre Rob Surgical para encarar esta nueva etapa del negocio", centrada en la industrialización y la comercialización, añaden. La incógnita se desvelará de aquí a finales de 2024, con la rueda de financiación cerrada y con todos los permisos para poder fabricar en Europa.

En esta misma línea, Rob Surgical ha sumado a Todd Usen (ex CEO de activa Surgical y expresidente médico de Olympus) y Por Vegard (ex CEO de CMR Surgical) al consejo de administración, con el objetivo que contribuyan al crecimiento y aporten una visión internacional y especializada para poder conseguir el propósito de la compañía: universalizar la cirugía de precisión. Por eso trabaja el equipo de 35 profesionales que configuran Rob Surgical, una empresa derivada (spin-off) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) y del Instituto de Bioingenieria de Catalunya, creada en el 2012.

Pago por uso en los hospitales

¿Qué aportará el robot Bitrack -que algunos nombran el Da Vinci catalán- a la sanidad? Además de universalizar y democratizar la cirugía de precisión, su versatilidad y un modelo de gestión de empresa ad hoc para la red de centros hospitalarios intermedios, públicos y privados. Es decir, aquellos centros de dimensión media, pero responsables de un área poblacional importante, que para hacer cirugías de alta precisión tienen que derivar sus pacientes en los grandes hospitales de referencia de Catalunya. Por eso, Jaume Amat, director general y fundador de Rob Surgical, y su equipo han diseñado un modelo de negocio, cuando menos, alternativo en la sanidad, de pago por uso, "con ventajas para la sanidad pública y privada porque los ahorra inversión". Rob Surgical fabricará los robots y los tendrá en propiedad, de manera que serán itinerantes, y se utilizarán bajo demanda. Bitrack es capaz de adaptarse a cualquier quirófano y con una usabilidad accesible para cualquier cirujano con una mínima formación. Teniendo en cuenta que estamos hablando de intervenciones que se pueden programar, Jaume Amat explica que los hospitales pueden concentrarlas en unos días concretos y "nosotros trasladaremos el Bitrack donde sea necesario, de hospital en hospital". Después de más de 20 años de implantación del Da Vinci en el mercado, solo se utiliza para el 3% de todas las cirugías que se podrían hacer con robot, y "Bitrack puede cambiar esta realidad".

Con respecto a la fabricación, Amado no cree que se tenga que hablar de unidades de robots que saldrán de la reducida planta de producción del Prat, dividida en pequeñas estaciones de trabajo, sino que "podemos hablar de número de operaciones". Lo único que estima es que en el 2024 se actuará en Catalunya "haciendo entre 50 y 100 operaciones" y en el 2025 ya se podrá comercializar en toda España y Europa, "y superar el centenar de cirugías". Ahora mismo, las primeras operaciones se han hecho en el campo de la urología, pero el robot también es apropiado para cirugía general, ginecología e intervenciones gastrointestinales.

Mientras tanto, Rob Surgical ha iniciado la tercera fase de crecimiento: conseguir la certificación de la FDA para entrar en los Estados Unidos. Cuando estas tres fases hayan acabado, "entraremos en el desarrollo tecnológico que nos tiene que permitir pasar de la cirugía robótica a la cirugía digital", con la incorporación de la inteligencia artificial (IA). El robot Bitrack es una herramienta de precisión de uso híbrido, con la cual los cirujanos pueden combinar los utensilios manuales con el robot para una precisión milimétrica. Hoy por hoy, entre los avances tecnológicos que ha incorporado Bitrack destaca el retorno sensorial, con el cual el cirujano puede crear barreras virtuales para mejorar la precisión y seguridad de los procesos quirúrgicos.

Por otra parte, la capacidad de la plataforma para obtener y sistematizar datos lo convierte en un aliado para la cirugía del futuro. A cada operación, el robot almacena datos, cosa que permite crear una base de conocimiento capaz de alimentar las futuras plataformas quirúrgicas que incorporen IA.