Grifols ha anunciado un paso más en la transformación de su gobierno. El fabricante de plasma apartará a Thomas Glanzmann de las funciones ejecutivas a partir de 2025, dejando al próximo CEO Nacho Abia, al control total de la dirección. Así lo ha anunciado el propio Glanzmann en una conferencia con analistas tras la publicación de los resultados anuales de 2023, que reflejan una caída del 71% de su beneficio, pese a los ingresos récord.

En la llamada, el directivo ha explicado que el puesto de presidente que ocupa actualmente dejará de tener carácter ejecutivo el próximo año, para "seguir avanzado en materia de gobierno corporativo". Si bien no es parte de la familia fundadora, Glanzmann es uno de los hombres de la casa que ha estado casi dos décadas trabajando para Grifols. El directivo fue señalado en el informe acusatorio de Gotham por su vinculación con la familia de la farmacéutica catalana, dudando de su independencia.

Tras el paso a un lado dado por Raimon Grifols y Víctor Grifols Deu, el actual presidente será la última pieza del puzle para completar la transición total que la compañía asegura llevar trabajando desde el año 202 y que ha acelerado tras el polémico informe del fondo de inversión. De este modo, Nacho Abia será nombrado consejero delegado el próximo 1 de abril y asumirá la completa dirección ejecutiva el próximo año.

Grifols dejará de hacer operaciones con empresas vinculadas

Por otro lado, en el marco de esta estrategia para mejorar la gobernanza corporativa y la transparencia de la farmacéutica, Glanzmann ha subrayado que dejarán de realizar operaciones con sociedades vinculadas, como es el caso de Scranton Enterprises, segundo máximo accionista de la compañía. De este modo, Grifols trata de dar un paso más en la desvinculación de la familia fundadora y se aleja de operaciones como las de BPC y Haema con el 'holding' neerlandés que han estado en el ojo del huracán.

Es por ello que Glanzmann ha reiterado el compromiso de Grifols de operar con altos estándares en relación con el gobierno corporativo. "No perseguiremos ninguna nueva transacción con partes relacionadas", ha asegurado, con el objetivo de "crear el máximo valor para los accionistas".

Pero las dudas sobre Grifols siguen presentes, tras presentar unas cuentas sin la firma del auditor KPMG, cuyo informe ya auditado se espera como tarde para el 8 de marzo. El presidente de la empresa ha asegurado que las cuentas no están auditadas por una cuestión administrativa.

Tampoco ha firmado el informe uno de sus consejeros, el exembajador de Estados Unidos en España James Costos. El consejero no asistió a la reunión, pero, según la compañía, no ha manifestado desacuerdo con las cuentas. Con todo ello, las acciones de Grifols han vuelto a descender con una caída cercana al 18% a penas a hora y media del cierre de mercado.

La venta de Shanghai RAAS supera la 'due diligence'

En cuanto a la venta del 20% de Shanghai RAAS a Haier, el presidente de Grifols ha asegurado que la operación ya ha pasado la due diligence y solo queda pendiente el visto bueno de las autoridades reguladoras. 

Grifols espera que la aprobación se produzca en los próximos meses y que se cierre definitivamente en el primer semestre del año. En este sentido, ha reiterado que los fondos obtenidos irán íntegramente destinados a pagar la deuda de la empresa, que se sitúa a cierre de 2023 en los 9.420 millones de euros.