El grupo de perfumería y cosmética Puig ha cerrado su debut en la bolsa española con el mismo rango en el que se ha estrenado a mediodía de este viernes, en los 24,50 euros por acción. El cierre en plano del valor, después de llegar a máximos intradía de 26,50 euros en los primeros minutos de la cotización, evidencia que la compañía deberá convencer a los inversores a largo plazo, con una buena propuesta de valor y manteniendo los crecimientos a doble dígito que ha declarado en los dos últimos años. Los analistas le auguran un gran desempeño en bolsa a largo plazo.

Si bien la reacción a corto plazo no es positiva, demuestra que para los inversionistas a largo plazo es importante porque han recibido favorablemente una sobre valoración, porque la compañía ha salido a bolsa a un precio exigente, en el rango alto de la OPV. “Este efecto agregado, impacta positivamente en el valor de marca percibido posteriormente en el mercado”, señala Samer Ajour El-Zein, Vicedecano de EAE Business School.

El precio de salida colocaba a la empresa con unos múltiplos "ligeramente por encima" a los que salía a bolsa otra empresa familiar, Inditex, en 2001, con una estrategia similar, puesto que la mayoría del capital sigue en manos de los fundadores. En el caso de los Puig, los accionistas conservan el 71,7% de los derechos económicos de la sociedad y el 92,5% de sus derechos de voto. “Se trata de algo normal para el sector de la perfumería internacional y los accionistas lo entenderán, aunque se considera un paso conservador pero, insisto, coherente con la naturaleza del sector”, advierte Samer Ajour El-Zein, Vicedecano de EAE Business School, en declaraciones a ON ECONOMIA.

Este analista manifiesta que la propuesta de Puig “es una oportunidad más para pequeños inversores, de momento”. Pero también “será un punto de partida para el resto de las empresas del sector en España”. En su opinión, están detrás de este tipo de inversiones aquellas entidades financieras que se encargan de todo lo que engloba al patrimonio familiar, incluyendo inversiones, planificación, fiscalidad, fondos de inversión, planes de pensiones, gestión de inmuebles, etc. Suelen estar formados por administradores, asesores financieros locales “que conocen el mercado y no optan por generar un decrecimiento del sector. Es más, ayudan a todo lo contrario”, puntualiza.

Cabe señalar que, este martes, CriteriaCaixa, el holding que gestiona el patrimonio empresarial de la Fundación la Caixa, ha entrado en el capital de Puig con una inversión de 425 millones de euros para lograr una participación del 3,05% del capital social con acciones de Clase B. 

Por su parte, la plataforma online de gestión de activos Freedom24 considera que la oferta de Puig representa una oportunidad atractiva para los inversores, que viene respaldada por su sólida posición en el mercado, por sus adquisiciones estratégicas y por su audaz estrategia de fijación de precios. Insiste en que, a pesar de la incertidumbre geopolítica que prevalece, "el atractivo de las empresas de lujo puede aumentar el interés de los inversores". Además, la retención por parte de la familia Puig de una participación mayoritaria y de sus derechos de voto, "asegura la continuidad en la gestión, generando confianza para los inversores en la visión a largo plazo de la compañía, lo que también podría respaldar la acción después de su salida a bolsa". A ello cabe añadir, señalan fuentes de Freedom24, que será la única empresa del sector que cotizará en el mercado español. 

Elena Fernández-Trapiell, analista de Bankinter (entidad que no ha sido entidad colocadora en esta operación), considera que la salida a bolsa es "atractiva", considerando el precio inicial de 24,5 euros por acción, pero adelantaba que su atractivo futuro dependerá en parte de su comportamiento en la primera jornada de cotización, en declaraciones a Efe.

El presidente ejecutivo del grupo Puig, Marc Puig, dando el toque de campana en la Bolsa de Barcelona, para la salida a bolsa. IRENE VILÀ CAPAFONS
El presidente ejecutivo del grupo Puig, Marc Puig, dando el toque de campana en la Bolsa de Barcelona, para la salida a bolsa. IRENE VILÀ CAPAFONS

Una jornada volátil

La cotización en los primeros minutos ha estado marcada por la volatilidad. Como es tradicional en las salidas a Bolsa, la subasta de apertura se ha realizado entre las 11.30 y las 12.00 horas, y se ha saldado con un precio de 25,5 euros, por encima de los 24,5 euros establecido en la operación.

En los primeros minutos, la acción ha cotizado al alza, llegando a situarse en los 26,5 euros. No obstante, con posterioridad, la acción ha llegado a situarse en el entorno de los 25 euros y posteriormente ha ido estabilizándose hasta situarse en los 24,5 euros, el precio de salida a Bolsa.

La compañía ha señalado que la oferta ha sido sobresuscrita múltiples veces en todo el rango de precios, lo que demuestra "la importante demanda de inversores institucionales internacionales y nacionales".