El Port de Tarragona ha reservado aproximadamente un millón de metros cuadrados dentro de la nueva Zona de Actividades Logísticas (ZAL) como posible ubicación para la futura fábrica de vehículos eléctricos que el grupo chino BYD podría instalar en Catalunya. Esta reserva estratégica representa una de las operaciones industriales más ambiciosas de los últimos años en la demarcación y refleja la apuesta de la infraestructura portuaria por atraer inversiones de alto valor añadido.
Desde la Autoridad Portuaria de Tarragona (APT) consideran que la llegada de BYD supondría un relanzamiento económico de importantes dimensiones. Más allá de la propia fabricación de vehículos, el proyecto comportaría un movimiento logístico de primera magnitud, con flujos regulares de mercancías tanto por vía marítima como terrestre que dinamizarían la actividad portuaria en múltiples dimensiones.
Fuentes de la entidad portuaria han señalado a la Agència Catalana de Notícies que la intención es ofrecer a BYD la totalidad o casi la totalidad de la superficie reservada si finalmente decide instalarse en Tarragona. Esta aproximación refleja la voluntad de ofrecer un espacio integral que pueda acoger todo el ciclo productivo del fabricante automovilístico.
BYD se ha consolidado como uno de los principales fabricantes mundiales de vehículos eléctricos, superando incluso a Tesla en ventas globales en determinados trimestres. La compañía, que cuenta con el apoyo del inversor estadounidense Warren Buffett, ha iniciado una agresiva estrategia de expansión internacional con el objetivo de establecer una presencia dominante en el mercado europeo.
Actualmente, BYD cuenta con dos instalaciones productivas en Europa: una factoría en Hungría y otra recientemente inaugurada en Turquía. La búsqueda de una tercera ubicación para su planta de referencia en Europa occidental sitúa a Catalunya en una posición competitiva dentro del contexto europeo. El conseller de Empresa de la Generalitat, Miquel Sàmper, reconoció públicamente este jueves en una entrevista a TV3 que se han producido negociaciones para atraer al gigante asiático a tierras catalanas.
No obstante, matizó que "aún hay que ver si se concretarán", reflejando tanto las expectativas como la prudencia propia de este tipo de procesos de inversión. El Puerto de Tarragona está colaborando estrechamente con ACCIÓ y el departamento de Empresa de la Generalitat para configurar una propuesta atractiva que pueda satisfacer las necesidades operativas de BYD.
El estado actual de las conversaciones
Según han manifestado fuentes cercanas al proceso, desde el Puerto de Tarragona se ha mantenido contacto con el departamento de Empresa sobre esta cuestión, pero hasta el momento no se ha producido ninguna conversación directa con representantes de BYD. Este hecho sitúa las negociaciones en una fase preliminar, donde las administraciones públicas están preparando el terreno para un diálogo directo con la empresa. La competencia territorial para atraer la inversión no se limita a Tarragona. Dentro de Catalunya, se están considerando otras ubicaciones alternativas, mientras que a escala estatal, Asturias también se ha posicionado como posible candidato para acoger la fábrica.
Desde la infraestructura portuaria tarraconense han hecho valer las condiciones excepcionales que ofrece la Zona de Actividades Logísticas. Su situación geoestratégica, con conexiones eficientes por vía marítima, terrestre y ferroviaria, la convierten en una localización óptima para operaciones logísticas de gran alcance.
La ZAL, que actualmente se encuentra en la fase final de su construcción, destinará aproximadamente 100 hectáreas -equivalente a un millón de metros cuadrados- para que empresas desarrollen proyectos logísticos vinculados principalmente al tráfico marítimo. El proyecto, presentado oficialmente en 2019, ha representado una inversión superior a los 30 millones de euros, demostrando el compromiso institucional con el desarrollo de infraestructuras logísticas de última generación.
Desde la fase inicial del proyecto, desde el puerto aseguran que han registrado interés por parte de unas 40 empresas "de todo tipo de tamaños y sectores industriales" que han solicitado información sobre las condiciones y disponibilidad de espacios. Este ecosistema diversificado podría representar un valor añadido para BYD, que encontraría un entorno industrial ya consolidado con proveedores y servicios auxiliares.
La comercialización intensiva del espacio, sin embargo, aún no se ha iniciado de manera formal, a la espera de que finalicen las obras de construcción. Una vez completadas las infraestructuras, la previsión es ofrecer concesiones con plazos que oscilarían entre los 30 y los 50 años, proporcionando estabilidad y seguridad jurídica a los inversores.