La familia Hevia, que fue copropietaria de Freixenet, lidera en destacado al cava valenciano si bien se ha estancado en las ventas y ha reducido los beneficios. Está al frente de Cavas Marevia, con sede en Requena, el único productor valenciano que factura más de 20 millones de euros.

En el ejercicio de 2023, el último con cuentas consultables, Cavas Marevia facturó 20,22 millones de euros –150.000 euros más que un año antes– pero redujo casi en una cuarta parte el resultado de explotación, hasta los 2,42 millones de euros. En el informe de gestión señalan que mantuvieron la cifra de negocio aunque el incremento de los costes de producción impactó en los resultados. Adelantan que para 2024, ejercicio del cual todavía no han presentado las cuentas, esperan "mantener las ventas en un contexto de escasez de botellas de cava". Y adelantan que "el objetivo sigue siendo subir el precio medio de venta".

Con más de 20 millones de euros de facturación, Cavas Marevia es la principal embotelladora de cava valenciano y, también, de fuera de Catalunya. Otras bodegas de Requena con renombre, pero mucho más pequeñas, son Pago de Tharsys, con una facturación en 2023 de 4,22 millones de euros (14% más que un año antes) y unos beneficios de 1,25 millones (250% más); Chozas Carrascal, con ventas de 3 millones si bien con pérdidas de 264.000 euros; o Bodegas Hispano Suizas, con 2,74 millones en ventas y poco más de 300.000 euros de beneficio.

Cavas Marevia es propiedad de las familias de las hermanas Agustina, Montserrat y Carmen Hevia Ferrer desde que, en 2019, compraron la participación a su hermano Enrique y a sus primos Ferrer y Bonet, entre los cuales está José Luis Bonet Ferrer, presidente de honor de Freixenet.

Con anterioridad, Cavas Marevia –llamada Unión Vinícola del Este (UVE) hasta 2022– era propiedad de Caldiberia, una sociedad holding controlada por los expropietarios de Freixenet –las diversas ramas Ferrer, Bonet y Hevia– y que se mantenía fuera del perímetro del gran embotellador de cava de Sant Sadurní d'Anoia. Después de que los Hevia y parte de sus familiares vendieron su participación de Freixenet a la alemana Henkell en 2018, se repartieron las bodegas que formaban parte de Caldiberia: así, el negocio de Requena fue para los Hevia; Vins Font, del Penedès, para la familia de José Ferrer; y Castelo de Medina, en la DOP Rueda, para la de Pedro Bonet.

La familia Hevia controla Cavas Marevia a través de la sociedad patrimonial Hevia Gestión Corporativa. En los consejos de estas dos sociedades aparecen los hermanos Diego, Enrique y Juan Jiménez Hevia –hijos de Montserrat Hevia Ferrer- y los hermanos Carmen, Santiago y Pedro Hernández Hevia.

El Ministerio de Agricultura autorizó en febrero del año pasado la identificación 'Requena' en las etiquetas de las botellas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Cava que se elaboren en este municipio valenciano. Y en abril pasado, en una feria de productos gourmet en Ifema de Madrid, la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, integrada por siete embotelladores, presentó la nueva submarca colectiva y logotipo.