Los primeros anuncios oficiales de aranceles, después de meses de vaivenes y negociaciones, deben llegar en las próximas 48 horas y Donald Trump ha arrancado la ronda por Japón y Corea del Sur, cuyas empresas deberán pagar un 25% del coste de los productos por entrar en Estados Unidos. Si estos dos países deciden aumentar sus aranceles actuales al país estadounidense, Trump se reserva la carta de aumentarlo aún otro 25% y llegar al 50%. El añadido será el mismo que decidan aplicar los países como respuesta. 

El mandatario firmará este lunes una orden ejecutiva que retrasa del 9 de julio al 1 de agosto el plazo concedido para llegar a nuevos acuerdos, según adelantó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. 

En lo que respecta a Europa, los portavoces de la Comisión aseguran que están cerca de un acuerdo con Estados Unidos después de la reunión que tuvo lugar el pasado domingo entre Trump y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

El presidente de los Estados Unidos comunicó la decisión a los países por carta y las difundió por su red social, Truth Social, dirigidas al primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, y al presidente surcoreano, Lee Jae-myung. 

El mandatario asegura en un texto idéntico para ambos países que los aranceles "son necesarios" para corregir una desigualdad que ha llevado al país estadounidense a vivir en un déficit comercial en los intercambios. Se trata de déficits "muy persistentes" provocados, según el mandatario, por las políticas de dichos países orientales. Con todo y con eso, Trump asegura que el 25% es un arancel inferior al que necesitaría el país y ha pedido a Japón y Corea que abran sus mercados, que considera "cerrados". 

Abre la puerta a que eliminando barreras "arancelarias, no arancelarias, regulatorias y comerciales", se pueda abrir la puerta a recalcular los aranceles. 

Sufrirán un gravamen más elevado los productos que pasen por otro país para eludir el arancel. 

El pasado domingo, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, avanzó que los países que no firmen pactos comerciales con Estados Unidos verán reactivados a partir del 1 de agosto los aranceles anunciados el pasado mes de abril. A partir de ahí, se conseguirán "muchos acuerdos rápidamente", dijo.  

Con las medidas puede ponerse fin a un culebrón de guerra comercial que dura ya meses.