El Hotel W de Barcelona afrontará a partir de octubre una "renovación integral" de sus instalaciones, sin alterar la fachada y el volumen de habitaciones, con una inversión cercana a los 80 millones de euros, que harán de manera conjunta Nova Bocana Barcelona (NBB) y el grupo hotelero Marriot International.

Lo ha explicado el presidente del Puerto de Barcelona, José Alberto Carbonell, junto a la directora de Comunicación, Núria Burguera, en rueda de prensa, después de que este miércoles el consejo de administración haya aprobado una adenda del contrato entre NBB y Cigahotels España, que gestiona el hotel y forma parte de Marriot.

Así, el acuerdo prevé tanto una prórroga de 10 años, con opción a 5 más, hasta 2041, como la renovación integral de las habitaciones, las zonas comunes y las instalaciones de un hotel tan "emblemático e icónico" para la ciudad de Barcelona como es el W.

Las obras deberán estar aprobadas previamente por el Puerto de Barcelona, no afectarán a las condiciones de la concesión y rondarán un presupuesto de 80 millones de euros, que se repartirá de manera similar entre la obra civil y el diseño interior.

Asimismo, los trabajos tendrán dos fases: de octubre de este año a abril de 2026 se remodelarán las habitaciones de la octava hasta la vigesimoquinta planta, mientras que la segunda fase intervendrá en las zonas comunes y en el resto de plantas de octubre de 2026 a abril de 2027.

MSC entra en la gestión de la terminal Best del Port de Barcelona

El consejo de administración del Puerto de Barcelona ha autorizado además la venta del 50% de las acciones de Terminal Catalunya (Tercat), propietaria de la terminal de contenedores Hutchison Ports Best, a la empresa Terminal Investments Limited Holding (TIL), que está participada mayoritariamente por el grupo naviero MSC.

"Será un paso importante para los servicios que se prestan en el Puerto de Barcelona", ha explicado en rueda de prensa el presidente de la infraestructura, José Alberto Carbonell, junto a la directora de Comunicación, Núria Burguera, tras la reunión del consejo de administración de este mismo miércoles.

El acuerdo incluye condiciones específicas para garantizar la no discriminación entre usuarios, la continuidad del servicio y el cumplimiento de las obligaciones concesionales, así como el mantenimiento de los compromisos asumidos por Tercat en cuanto a la calidad de los servicios.

Carbonell ha explicado que la aprobación de la operación, que es una intención de compra que aún no se ha formalizado, también ha velado por evitar el bloqueo pese en las decisiones, y ha detallado que la gestión de la terminal se mantendrá mayoritariamente como hasta ahora.

El Puerto de Barcelona también ha otorgado a Cilsa, participada mayoritariamente por la infraestructura, una concesión para construir en la zona de actividades logísticas (ZAL) Prat una nueva nave de grandes dimensiones, que estará operada por Lidl.

La cadena de supermercados, que ya tiene una pequeña nave dentro de las instalaciones del puerto catalán, prevé destinar los 15 metros de altura y 55.000 metros cuadrados de nave al almacenamiento de mercancías que provengan del tráfico marítimo.

El proyecto contará con una inversión de 42,1 millones de euros y ya ha superado todos los trámites administrativos y de información pública sin alegaciones, por lo que está previsto que las obras empiecen en "pocas semanas o muy pocos meses".

Nueva instalación de OPS

Entre otras cuestiones, el consejo de administración ha aprobado también la licitación del proyecto para instalar el sistema Onshore Power Supply (OPS) en la Terminal G de cruceros, otorgada en concesión a Royal Caribbean Group.

La previsión es que pueda estar en funcionamiento a finales de 2027, aunque la licitación también debe recibir el visto bueno del Consejo de Ministros.

El contrato, con un presupuesto de 12,6 millones de euros, incluye la redacción del proyecto ejecutivo, la construcción de la infraestructura eléctrica y el servicio de conexión, desconexión y mantenimiento durante los dos primeros años, con posibilidad de prórroga hasta cinco años.

Según Carbonell, durante la reunión del consejo de administración también se han abordado los detalles de la ampliación del Aeropuerto de Barcelona anunciada hace dos semanas y cómo las obras afectarán a la infraestructura portuaria.