La opa del BBVA sobre el Banco Sabadell llegará a la recta final la semana que viene, con muchas incógnitas todavía sobre el resultado y con la vista puesta en los pequeños inversores de la entidad vallesana en quien recae el éxito o el fracaso de la operación del banco vasco. El "gran enigma" es saber qué hará el pequeño accionista, que, más allá de la rentabilidad, se deja llevar por un "componente emocional", coinciden en afirmar los expertos y economistas consultados por la agencia de noticias ACN.

Sin embargo, también tienen otra opinión concordante: dan por hecho que la oferta superará el umbral del 30% de aceptación y ven incógnitas en una segunda opa para alcanzar la mayoría del 50% porque "no interesa a nadie", ya que supone un "impacto importante" tanto para el BBVA como al accionariado del Sabadell. "Hay muchas incertidumbres para un inversor prudente", afirma el decano del Colegio de Economistas, Carles Puig de Travy.

Según recoge la ACN, el profesor de Finanzas y Banca de la UPF Barcelona School of Management, Joan Anton Ros, y el de EAE Business School, Borja Ribera, radiografían el accionariado del Sabadell e indican que el 52% son fondos de inversión como BlackRock que, precisamente, es el accionista más grande también del BBVA. El 48% del capital restante de la entidad que preside Josep Oliu está en manos de inversores minoristas. Los expertos explican que los intereses de ambos tipos de accionistas son diferentes.

"Para el minorista hay un componente más emocional: son sus ahorros, se ve más cercano a lo que está pasando, va a las oficinas, ve que el crédito se ha encarecido y mira cada día la bolsa", expone Ros, que asegura que las campañas publicitarias de la opa buscan convencer a este tipo de inversor. En cambio, explica que los grandes accionistas tienen intereses financieros de rentabilidad "pura y dura" y una estrategia a "largo plazo". 

David Martínez Guzmán, un inversor "especial"

Lo que harán los accionistas, sin embargo, es en la mayoría de los casos una incógnita. Por ahora, el único que ha revelado qué canjeará sus títulos es el inversor mexicano David Martínez Guzmán, que con un 3,86% del capital social del Sabadell también es consejero dominical. El martes pasado, cuando el consejo de administración de la entidad vallesana rechazó la nueva oferta del BBVA, Martínez fue el único disidente y justificó que considera que la futura consolidación de ambas entidades dará como resultado una de "más competitiva".

Preguntados por si esta opinión puede provocar un efecto bola de nieve en otros accionistas minoritarios, los especialistas lo cuestionan y atribuyen el cambio de postura de Martínez a sus intereses personales. El decano del Colegio de Economistas, de hecho, desconfía y asegura que es un accionista "especial" que se mueve por intereses "especulativos". También señala el hecho de que sea mexicano. "El BBVA tiene una parte importantísima de su negocio en México y creo que su decisión es incluso emocional", afirma Puig de Travy. "La decisión de este señor, que respeto, es muy particular y no extrapolable", añade.

Posibilidad de una segunda opa

Aunque el plazo para canjear las acciones termina el próximo viernes, los resultados de la opa no se sabrán hasta la semana siguiente, a mediados de octubre. El porcentaje de aceptación plantea varios escenarios, ya que si se sitúa entre el 30 y el 50%, el BBVA estaría obligado a lanzar una segunda opa por la totalidad restante del Sabadell, que debería ser en efectivo y con un precio validado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Sobre esta cuestión, los expertos consideran que "no interesa a nadie" porque supone un "impacto importante" tanto para el BBVA como al accionariado del Sabadell. Entre varios elementos, señalan que el hecho de que deba ser en efectivo -lo establece la normativa- afectaría a las reservas del banco vasco y provocaría que los accionistas del Sabadell tuvieran que tributar. Es por este motivo que los expertos remarcan que el "juego crucial" en los próximos días es saber si el BBVA llegará a conseguir el 50% del capital social del Sabadell. Con este porcentaje, el banco vasco tendría la mayoría y una posición de "control".

Por ahora, solo los dos bancos tienen datos sobre cuántos accionistas se han acogido a la opa, que no pueden publicar por normativa. Las cifras que han desvelado los directivos, sin embargo, distan mucho entre ellas: mientras que el BBVA se ha mostrado convencido de que superará el umbral del 50%, el Sabadell ha asegurado que menos de un 1% de los accionistas minoritarios han canjeado sus acciones.

Más de 17 meses de opa

La opa encara la recta final después de más de 17 meses y el mercado prevé que en los próximos días se acabe de decidir buena parte de los más de 200.000 accionistas del Banco Sabadell. En caso de que los planes del BBVA prosperen, todas las voces consultadas coinciden en alertar del impacto en el sistema financiero y, sea cual sea el resultado final, vaticinan una caída del valor de las acciones de los dos bancos. "Toda fusión, en este caso una opa hostil, siempre supone un poco de convulsión dentro de las economías", sentencia Ros.

La oferta del BBVA es de una acción ordinaria de nueva emisión del banco por cada 4,8376 acciones del Sabadell. Si la aceptación supera el 50%, los accionistas con plusvalías no tributarían en España. Según la entidad vasca, se trata de una oferta con un atractivo "enorme". En cambio, el banco que preside Josep Oliu mantiene que es "insuficiente" y pide a los accionistas no escuchar "cantos de sirena".