El tamaño y el peso son elementos cruciales en la fabricación de las baterías de los coches eléctricos. Los fabricantes de las principales marcas automovilísticas invierten recursos y talento para, junto con los fabricantes de baterías eléctricas, innovar para conseguir el máximo rendimiento, que aumente la autonomía de los vehículos eléctricos.
Actualmente, pesar de los avances, las baterías que se fabrican, las de iones de litio, tienen capacidad energética, pero no la suficiente para ser la alternativa perfecta al depósito de gasolina.
El sector avanza en nuevas innovaciones: las baterías de estado sólido. Este tipo de baterías evitan el desgaste por uso de carga las baterías. También resuelven su limitada autonomía y los tiempos de recarga exageradamente largos.
¿Cuál es la diferencia? El material introducido en las celdas de la batería. En la carga de litio, el interior de las celdas es de sal de litio. En las sólidas, los principales materiales catódicos son: óxido de litio y cobalto, fosfato de litio y hierro, óxido de litio, níquel y cobalto y óxido de litio y cobalto y aluminio.
Así, en un mismo tamaño y peso se almacena mucha más energía. También se necesitan tiempos menores a una hora para recargarla por completo.
El objetivo: conseguir baterías mejores que las actuales y a menor coste para abaratar el precio de los vehículos eléctricos en un mercado europeo estancado y dominado, hoy por hoy, por las marcas asiáticas y americanas. El pasado mes de septiembre, en el pleno del Parlamento Europeo, en Estrasburgo (Francia), el debate se centró en la necesidad de que la Unión Europea movilice 1.800 millones de euros para impulsar la producción de baterías para vehículos eléctricos, en un intento de reforzar la independencia de la UE frente a competidores como China o Estados Unidos. La presidenta europea, Von der Leyen subrayó que las baterías son “claves” para, especialmente, los coches eléctricos y abogó por incentivar y priorizar los productos europeos con la introducción de un criterio "Made in Europe" en la contratación pública.
Con esta nueva generación de baterías, se promete mayor autonomía, cargas más rápidas y una mayor seguridad, ya que su electrolito no es inflamable. Algunos expertos apuntan que una batería sólida proporcionará hasta un 70% más de energía por unidad de volumen en comparación a las baterías actuales de electrolito líquido.
De Nissan a Volkswagen
Nissan, Toyota, BYD, CATL, Volkswagen o Panasonic son algunos de los fabricantes, entre muchos, que aceleran el desarrollo de una tecnología que promete duplicar la autonomía y reducir los tiempos de carga de los eléctricos. En concreto, Nissan trabaja conjuntamente con la estadounidense LiCap Technologies, y ha presentado su primer prototipo de batería de estado sólido. Por su parte, Toyota también ha confirmado que su primer modelo con batería de estado sólido llegará entre 2027 y 2028.
Hace poco más de un año, PowerCo, la empresa de baterías del grupo Volkswagen, y la norteamericana QuantumScape anunciaron la firma de un acuerdo pionero para industrializar la tecnología de baterías de litio-metal de estado sólido de nueva generación de QuantumScape. Tras un progreso técnico satisfactorio y el pago de determinados cánones, QuantumScape concederá a PowerCo la licencia para producir en serie celdas de batería basadas en la plataforma tecnológica de QuantumScape. En virtud de la licencia sin exclusividad, PowerCo puede fabricar hasta 40 gigavatios-hora (GWh) al año utilizando la tecnología de QuantumScape, con la opción de ampliarla hasta 80 GWh anuales, suficientes para equipar aproximadamente un millón de vehículos al año.