La devaluación del peso de Argentina y México sigue castigado los resultados de Molins, que habría crecido claramente en beneficios y facturación en los primeros nueve meses de este año si no fuera por la evolución de las monedas de estos dos países en los que operan fábricas de cemento. Así, hasta septiembre, Molins ha obtenido un beneficio neto de 141 millones de euros, equivalente a un beneficio por acción de 2,13 euros, lo que supone un descenso del 8% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta variación responde, principalmente, al impacto negativo de la depreciación del peso mexicano y argentino, que ha neutralizado la mejora de los resultados operativos. Sin embargo, en términos comparables, el beneficio neto ha crecido un 3% en relación con el mismo periodo de 2024, según informó la compañía cementera este miércoles.
Hasta septiembre, Molins ha facturado 1.004 millones de euros, un 2% menos que en el mismo periodo del año anterior, precisamente por la mencionada devaluación del peso mexicano y argentino. No obstante, a tipos de cambio constantes, las ventas han aumentado un 7%, impulsadas por las revisiones al alza de precios en un entorno de desaceleración de la demanda y elevada incertidumbre económica global.
El Ebitda se ha situado en 263 millones de euros, un 4% inferior respecto al año anterior. Sin embargo, ajustado por el efecto divisa, el resultado operativo ha crecido un 6% respecto al año anterior, con mejoras en todas las regiones, gracias a la mayor eficiencia operativa y el impacto positivo de precios sobre costes. El margen Ebitda se mantuvo prácticamente estable, en el 26,2%, en línea con el 26% anualizado, según precisa Molins en un comunicado.
La deuda financiera neta continuó reduciéndose durante los nueve meses del año, hasta alcanzar una posición de tesorería neta de 96 millones de euros. Asimismo, Molins ha alcanzado ya uno de los objetivos marcados en su roadmap de sostenibilidad 2030, al reducir el factor clinker —la proporción de clinker por tonelada de cemento— hasta el 67,7% al cierre del tercer trimestre de 2025. Esta cifra supone una mejora de 4,2 puntos porcentuales respecto a 2019, situando a la compañía por debajo del objetivo previsto para 2030. El avance refleja los progresos en la sustitución de clinker por materiales alternativos, un pilar clave en la estrategia de descarbonización y eficiencia ambiental de la compañía.
Compras y acuerdos con empresas
En agosto pasado, Molins anunció el acuerdo con TITAN para impulsar el negocio de soluciones prefabricadas de hormigón en el sureste de Europa, y la primera adquisición conjunta de Baupartner, empresa especializada en el diseño, fabricación y montaje de soluciones estructurales prefabricadas. Baupartner, uno de los principales proveedores de soluciones en prefabricados de hormigón en la región, opera en Bosnia y Herzegovina, Croacia y Serbia, y emplea a 300 profesionales. La operación fue completada con éxito a finales de septiembre, consolidando la presencia de Molins en un mercado con alto potencial de crecimiento.
“Estos nueve primeros meses confirman que Molins mantiene un crecimiento sólido y sostenible, incluso en un contexto marcado por la volatilidad de las divisas y la desaceleración económica”, explica Marcos Cela, consejero delegado de la compañía. “El avance de las ventas y del resultado operativo a tipos de cambio constantes demuestra la resiliencia y eficiencia de nuestro modelo de negocio.”
“La capacidad de Molins para identificar oportunidades de crecimiento en segmentos clave y en zonas estratégicas refuerza nuestra presencia en mercados de alto potencial y consolida una base sólida para el futuro”, añade Cela. “Seguimos apoyándonos en una posición financiera sólida y en un equipo comprometido para impulsar un desarrollo sostenible y rentable a largo plazo.”