La empresa catalana Biocop, dedicada a la producción y distribución de productos biológicos, tiene buenas perspectivas para 2023: crecer un 12% hasta los 19 millones de euros. Lo hará a remolque del empuje del consumo de los productos biológicos, especialmente en España, en una tendencia al alza que se aceleró durante 2020, con la crisis sanitaria de la covid. La empresa familiar de Lliçà de Val ha podido sacar rédito de este cambio de comportamiento del consumidor aprovechando su pertenencia, desde 2019, al grupo de empresas familiares Léa Compagnie Biodiversité (Léa Nature).

Biocop ha mantenido su sello de marca, sin embargo, con esta alianza con el también grupo familiar francés de fabricantes 'bio' regionales -con una veintena de fábricas repartidas por Francia- ha podido ampliar no solo la capacidad de producción, porque ha tenido más canales de distribución para sus productos, sino también el número de referencias con marca Biocop, hasta además de 1.100. Entre las más recientes, por ejemplo, cuatro nuevas referencias que amplían su gama|gamma de mermeladas y compotas para repostería.

La nueva etapa de Biocop ha llegado también en el proceso de transición de la dirección de la firma hacia la segunda generación de la familia Picazos. Pol Picazos Muniesa es desde este mes de abril el director general de la compañía, en sustitución de Joan Picazos Cardó, que seguirá dando apoyo como consejero delegado. Desde sus nuevas responsabilidades, Pol Picazos hace valer como una empresa familiar, que fecha de 1975, ha podido crecer y mantener la competitividad sin perder la esencia y, al mismo tiempo, formar parte de un grupo de empresas pioneras en el ámbito europeo en el segmento de los productos biológicos. El nuevo directivo ha pasado por todas las áreas de la empresa desde que se incorporó en 1998 y últimamente era el responsable de ventas y marketing. Bajo su dirección, la marca quiere profundizar en el valor empresarial del grupo: regenerar el modelo alimentario a través del compromiso con el consumo responsable y la vida saludable.

En Europa, en general, "sabemos que el mercado está pasando por un momento más complicado, después del gran crecimiento del 2020", asegura. Sin embargo, la evolución de los primeros meses de 2023 apuntan a unas perspectivas "más estables y con opciones de crecimiento". El director general considera que "es una tendencia que no se repite igual en todos los países, y no es igual, sobre todo para los operadores, pero también es cierto que el mercado español no ha sufrido tanto porque es menos maduro en este sector". Por eso, buena parte del crecimiento de la marca Biocop es causado por "el aumento de la cuota de mercado" y para ampliar la gama de productos propios que se fabrican en la planta de Lliçà, donde trabajan 41 personas. En las instalaciones de Lliçà de Vall se envasan todo tipo de cereales y entonces, como copos de avena, mezcla de entonces o especialidades orientales que se portan directamente desde Japón. "Está la opción de fabricar para terceros, siempre que tenga un sentido a medio plazo, pero mantenemos el compromiso real con nuestras marcas", dice Picazos.

Al mismo tiempo, ha ampliado la distribución con referencias del grupo Léa Nature. En este sentido, los últimos años se han ido incorporando algunas a su amplio catálogo bio, que además de alimentación, incluye productos de cosmética, higiene personal y de limpieza del hogar, con marcas como Le Pain des Fleurs o Eau Thermale Jonzac, además de las alimentarias Priméal o Bisson -estas dos últimas, marcas de la firma Ekibio-. Con respecto a toda la alianza empresarial, las marcas están presentes en 40 países de todo el mundo.

La estrategia de asociarse al grupo francés fue una apuesta para poder competir en mejores condiciones con las grandes corporaciones alimentarias, que, atraídas por una demanda creciente de los productos 'bio', han decidido de manera prácticamente generalizada entra en el segmento de este tipo de artículos de consumo.

Pol Picazos con su padre Joan Picazos y otros directivos de la empresa / Biocop

Los españoles gastan 60 euros anuales en 'bio'

El crecimiento del consumo ecológico a escala mundial es del 3,5% y España está entre los diez primeros países del ranking, liderado actualmente por los Estados Unidos, Alemania y Francia. En el 2022, los españoles gastaron durante el 2022 una media de 60 euros en productos ecológicos tanto fuera como dentro del hogar, cifra que supone un incremento del 3,1% y de casi dos euros con respecto al año anterior, cuando se gastó 58,15 euros. En concreto, las ventas fueron de 2.856 millones de euros, 2.532 de los cuales corresponden al valor de mercado en los hogares. Esta cifra muestra la evolución creciente y al mismo tiempo cómo se ha contenido relativamente el consumo después de la covid. En el 2020, el mercado interno de productos ecológicos alcanzó los 2.528 millones de euros con respecto a los 2.363 millones del 2019, hecho que supone un crecimiento del 7% con respecto al año anterior.