El Banco de España quiere 'espiar' a los bancos para detectar si hay malas prácticas y que no sean los clientes los que tengan que poner una queja ante el supervisor porque les han tratado mal. Según ha avanzado el gobernador este jueves durante su comparecencia en el Senado, para el organismo sería "muy deseable" que pudieran contar con inspectores del Banco de España, que realicen inspecciones de incógnito y llevan a cabo técnicas de "mistery shopping".

El "mistery shopping" es una técnica de investigación de mercado que usan las empresas y consiste en que una persona se hace pasar por un cliente para evaluar la atención que le ofrecen. El Banco de España quiere incluirlo en la ley de Defensa del Cliente Financiero, una ley que el Gobierno español no ha conseguido todavía sacar adelante porque sigue en tramitación parlamentaria.

Al respecto, José Luis Escrivá ha propuesto que los inspectores del Banco de España se presenten a hacer inspecciones sin tener que identificarse como tales, sino haciéndose pasar por consumidores, algo que todavía no es posible, pero que espera que se ponga en marcha a la mayor brevedad. Con esta técnica de espionaje, el supervisor espera detectar posibles malas prácticas en la comercialización de servicios y productos financieros.

Si bien, una de las funciones que tiene el Banco de España es supervisar la conducta de los bancos y la protección al consumidor. En este sentido, Escrivá ha explicado que el supervisor debería intentar anticiparse en la supervisión, en lugar de "esperar a que los clientes se quejen de que los bancos les han tratado mal", es decir, que las inspecciones sean preventivas y permitan identificar posibles prácticas o de conducta que haya que modificar para trasladárselo a los bancos. Además, el gobernador ha recordado que el Banco de España tiene capacidad sancionadora en este ámbito, recoge Europa Press.

Hay que recordar que en el último año, el Banco de España recibió un total de 56.099 reclamaciones de clientes contra las entidades que supervisa, una cifra que no solo supera en casi un 70% las del año anterior, sino que supone un récord histórico en los 38 años que lleva en funcionamiento el servicio de tramitación y resolución de reclamaciones del BdE.

Este aumento de las reclamaciones se ha debido de forma mayoritaria a la temática relacionada con la devolución de los gastos de formalización de préstamos hipotecarios. En concreto, un 51% del total, más de 28.000 reclamaciones que los clientes han llevado al Banco de España después de haber reclamado primero en su propia entidad sin éxito.

Así, otro de los aspectos en los que va a trabajar el organismo que dirige José Luis Escrivá es en la restricción a la concesión de préstamos, lo que supone imponer límites a determinados parámetros de la concesión de créditos, algo que hay que analizar "con cuidado" porque restringen la actividad de los bancos, recoge EFE.

Como se ha comprobado en los últimos años, "los ciclos de crédito llevan a rescates y turbulencias", de ahí que sea necesario mantener niveles estrictos de supervisión de entidades, aunque ha reconocido que uno de los efectos de la última crisis financiera ha sido un exceso de regulación. De ahí que el Banco de España, en línea con el criterio de la Comisión Europea, trabaje ya para "simplificar", aunque no rebajar, la regulación a la que se someten los bancos, porque "se pueden aligerar los estándares sin dejar de ser eficaces".