La Cooperativa Arbequina de Arbeca (Garrigues) ha puesto en marcha la maltería artesana mayor del Estado entre las destinadas a cerveceros independientes y pequeños elaboradores. El equipamiento ha arrancado con una producción de 350 toneladas anuales de malta, aunque la previsión es alcanzar más de 1.000 toneladas anuales la próxima primavera. Esta nueva apuesta, que ha supuesto una inversión de 3 millones de euros, es un cambio de rumbo importante de la cooperativa, que hasta ahora destinaba al forraje la totalidad de las 6.000 toneladas de cebada y trigo de sus socios. Con esta estrategia, la Maltería Arbequina quiere transformar parte de este grande en un producto con valor añadido, pensado para cubrir buena parte de la demanda de cerveza artesana del país.
La nueva Maltería Arbequina que impulsa la Cooperativa Arbequina nace con el objetivo de comercializar una malta de proximidad, de alta calidad y con identidad territorial en un momento de expansión del mercado de la cerveza artesana.
La maltería mayor del estado es de Intermalta, a Calahorra, y tiene una capacidad 450 veces superior a la de Arbeca, pero destinada a cerveceras industriales, como pasa con las 100.000 toneladas de cebada de Damm en La Moravia, de Bell-lloc d'Urgell. Entre las dedicadas a cerveceros artesanales, será la mayor y la tercera que se abre a Catalunya después de Lo Vilot d'Almacelles y Sallavinera de Maltes (en la comarca de Anoia), informa el diario Somos Garrigues. Hasta ahora, la mayoría de pequeños productores de cerveza artesana tenían que ir a buscar la malta en los distribuidores internacionales, sobre todo de Alemania, Bélgica, Francia e Inglaterra. "Con nuestra maltería, nos vemos capaces de cubrir hasta el 85% del actual pide en Catalunya", calcula el director de la cooperativa, Sergi Millán.
"Queremos poner en valor la malta como ingrediente esencial en la creación de cervezas y destilados artesanos, aportando no solo calidad, sino también identidad territorial", ha dicho.
La Maltería Arbequina ofrece un catálogo inicial de variedades locales de cebada malter, con un proceso que combina técnicas tradicionales e innovación tecnológica en el control de la germinación y el secat. El resultado son maltas con perfiles aromáticos singulares, pensadas para cervezas de autor y proyectos creativos.
El proyecto también apuesta por colaborar con pequeños productores y asociaciones cerveceras que quieran desarrollar maltas personalizadas para reforzar la economía circular y el vínculo con el territorio. Para garantizar la calidad, la maltería cuenta con un laboratorio de análisis propio, abierto también a iniciativas externas del sector.
Con esta nueva etapa, la Maltería Arbequina quiere convertirse en un aliado estratégico para cervecerías independientes, microdestilerías y elaboradores artesanos, ofreciéndoles una materia prima diferenciadora, sostenible, arraigada a la tierra y con trazabilidad del mismo grano.
La malta ya se puede comprar online desde el pasado 22 de septiembre y espera ya beneficiarse de parte de la demanda que suele generar entre el sector la inminente celebración del Oktoberfest de Barcelona (del 2 al 19 de octubre). Lo hará con una de las tres líneas de producción.

Se trata de una planta transformadora altamente automatizada que permite que de inicio la plantilla actual de la cooperativa puede asumir su gestión. La cooperativa espera amortizar la inversión en un periodo máximo de ocho años, momento a partir del cual los beneficios se repartirán entre los socios de la entidad, informa el diario Somos Garrigues.
El cereal cultivado hasta ahora por los socios, unas 6.000 toneladas anuales entre cebada y trigo, estaban destinadas a hacer tan solo forraje para animales. Con la maltería, una gran parte del grano obtendrá un beneficio cinco veces superior al actual (un incremento de hasta quince euros por tonelada de cereal).
La maltería se ha erigido en unos terrenos que ya eran de la cooperativa, justo al lado del molino que la entidad construyó en el 2012 en el polígono industrial del municipio. Se trata de una nave industrial de 600 metros cuadrados y, además de la cooperativa, han participado la cooperativa Tres Sillas (elaboradora de vermúes y licores), la Agrupación de Defensa Vegetal de Ponent y Àlquia Creaciones Enológicas (una empresa tecnológica, Spin-off de la Universitat Rovira y Virgilio de Tarragona).