Apenas cuatro días después de que Santander y Mapfre informaran de que ya tienen el visto bueno del Gobierno y lanzarán su hipoteca inversa antes de que acabe el año, Adicae (la Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de bancos, cajas y seguros) lanza un aviso a las dos entidades: la hipoteca inversa es un producto "malo", tiene "riesgo" y vigilará "activamente" su comercialización.

En un comunicado, la Asociación asegura que "no se quedará de brazos cruzados" viendo como se vende este producto financiero (que también comercializan otras entidades como Caser o Caja de Ingenieros) porque a su juicio es un producto "muy malo" en términos de rentabilidad y de riesgo para los consumidores de mayor edad, que es a quien va dirigido, principalmente a los mayores de 65 años.

La asociación que preside Manuel Pardos critica además que la banca realiza tasaciones de las viviendas "por debajo de mercado" para obtener rentabilidad posteriormente, cuando se queda con el inmueble por el que el cliente ha estado pagando una renta mensual. Por ello, advierte, "Adicae vigilará que la comercialización de estos productos complejos se haga sin cláusulas abusivas, transparentes, con información suficiente y necesaria para el consumidor, e informará de alternativas quizás menos levosas para rentabilizar la vivienda, como puede ser la venta y la compra de otra más barata o explorar la venta de la nuda propiedad".

La hipoteca inversa es un producto financiero complejo, difícil de entender para muchos ciudadanos, por ello ha recibido en el pasado muchas críticas. Cuando un propietario decide contratarla es el banco, la aseguradora, o la entidad que la comercializa, quien paga al dueño de la vivienda un dinero todos los meses, permitiéndole además que siga viviendo en su casa hasta que fallezca y obtener así unos ingresos extra.

Pero cuando el titular fallece, los herederos deben asumir el préstamo y los intereses generados, decidiendo en un plazo máximo de doce meses cómo lo hacen. Si vendiendo la casa y pagando la deuda al banco, o si simplemente responden por esa deuda.

Mapfre y Santander han sido las últimas entidades en subirse al carro de la hipoteca inversa. En febrero de 2022 crearon una sociedad (participada al 50% por cada entidad) con el único objetivo de distribuir en exclusiva en España este producto a través de las redes de oficinas de ambas compañías y ofrecer así una alternativa que permita a los mayores de 65 años completar sus ingresos. 

Pues precisamente, este producto financiero va dirigido a las personas mayores porque funciona como una hipoteca, pero al revés. Sin embargo, no ha sido hasta ahora, un año y medio después, cuando las dos compañías han confirmado que ya han recibido luz verde de todos los reguladores y del Gobierno español y trabajan para poder sacarla al mercado cuanto antes. De hecho, aseguran que antes de que acabe 2023.