El gobierno español ha pedido a las autoridades japonesas que mantengan las importaciones de jamón serrano e ibérico pese al brote de peste porcina africana (PPA) detectado en noviembre en jabalís de los bosques de Collserola (Barcelona).

Japón suspendió las importaciones de carne de cerdo y productos derivados procedentes de España el 28 de noviembre pasado, después de que se declarase el brote de PPA, pero ha mantenido las de jamón envasado. Al contrario de otros países, que solo han restringido las importaciones desde la provincia de Barcelona, donde se encuentra el foco, Japón impuso el veto a todo el territorio del Estado español, aunque, de momento, no ha afectado al jamón curado y envasado.

En una reunión mantenida el martes, el embajador de España en Tokio, Íñigo de Palacio, transmitió al ministro japonés de Agricultura, Norikazu Suzuki, un mensaje de su homólogo español, Luis Planas, solicitando que las importaciones de jamón continúen, según confirmó a EFE una portavoz del Ministerio de Agricultura japonés. La solicitud se circunscribe exclusivamente al jamón.

En 2024, el 70% del jamón curado que importó Japón procedía de España –si bien solo el 17% de la carne porcina fresca tenía este mismo origen–, por un importe que superó los 22 millones de euros, según datos del Consorcio del Jamón Serrano Español. Por lo tanto, Japón no es uno de los grandes consumidores de jamones españoles si se compara con otros países asiáticos –China, en primer lugar–, y está a mucha distancia de otros países europeos y de Estados Unidos, donde se dirige el grueso de la exportación.

En el sector del jamón proliferan las organizaciones empresariales. Por ejemplo, el Consorcio del Jamón Serrano Español, presidido por Anna Bosch, directora general de Noel Alimentaria; y que tiene como número dos a José María Orteu, CEO de Argal. En junio pasado se presentó en público el Instituto Internacional del Jamón (Interham) con el objetivo de mejorar la imagen de este producto en todo el mundo. Sus promotores son la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice, con sede en Madrid) y la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic, con sede en Barcelona). Y entre sus socios también están la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici) y la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), así como las empresas Incarlopsa y Grupo Salins.

Otras entidades del sector son la Asociación Nacional de Cortadores de Jamón, para regular las prácticas de estos profesionales, o la Asociación Global de Amigos del Cuchillo Jamonero. Además, hay organismos territoriales, entre los cuales destacan los consejos de las denominaciones de origen protegido (DOP) de jamón ibérico: Dehesa de Extremadura, Jabugo y Guijuelo.

El sector del jamón cuenta con 700 empresas en toda España, que producen 47 millones de piezas curadas al año, de las que más de 30 millones son de capa blanca y 16,6 millones ibéricos.