Los gastos se disparan durante la Navidad. Desde el Black Friday y hasta el día de Reyes Magos se celebran comidas y cenas especiales, se hacen regalos e incluso se viaja para visitar a la familia o por ocio. Y aunque el efectivo sigue siendo un método de pago muy frecuente en España, el uso de la tarjeta de crédito suele dispararse en estas fechas.
El último estudio realizado por el comparador financiero Banqmi apunta a que un 45,2% de las compras navideñas de este 2025 se pagarán con tarjeta de débito o crédito, mientras que un 44% lo hará en efectivo. Y entre los que pagan con tarjeta de crédito, uno de cada tres lo hará con un revolving.
Desde Asufin recuerdan que estas tarjetas se presentan como una solución cómoda para pagar poco a poco, sin embargo, esconden una trampa. Y es que, aunque se paga mes a mes, la deuda apenas baja. Y al final se acaba devolviendo en intereses mucho más de lo que se pidió prestado.
El BBVA, Abanca, CaixaBank, Bankinter, WiZink, Carrefour, Ikea, Alcampo o El Corte Inglés son algunas de las entidades o comercios que más tarjetas revolving venden, agrega la Asociación de Usuarios Financieros, desde donde destacan que los intereses de estas tarjetas parten del 12% y alcanzan el doble, el 24%, dependiendo de la entidad.
De hecho, Asufin pone de relieve en su último informe sobre tarjetas revolving que este año 2025 el tipo de interés medio se sitúa en el 23,34%, muy por encima del 18,34% que marcan de media las tarjetas de crédito en España y del 8,68% de las tarjetas en la zona euro. Lo que mantiene a las revolving como el producto más caro dentro del segmento de pago con tarjeta.
Financiarse con una tarjeta revolving supone pagar más del triple que con un crédito
Pero la brecha es todavía más acusada cuando se compara con los préstamos al consumo tradicionales. Frente al 23,34% de interés de las tarjetas revolving, el tipo medio de los préstamos a 1-5 años es del 6,63% en España, un 250% más bajo. Y del 7,33% en la zona euro. Es decir, financiarse con una tarjeta revolving supone pagar más del triple que con créditos al consumo.
La Asociación señala que en no pocos casos las deudas de estas tarjetas superan los 3.000 o 6.000 euros y dadas las cantidades, compensa más solicitar un préstamo al consumo que pagar con este tipo de tarjeta, que tiene unos intereses tan elevados.
El interés de las revolving, en niveles récord
Tras el fuerte incremento de 2024, los tipos de las tarjetas revolving han crecido ligeramente en el 2025 (un 0,10%). Sin embargo, el 23,34% en el que se encuentran ahora supone endeudarse a niveles récord. Financiar 1.000 euros con una tarjeta revolving supone pagar 580,94 euros en intereses, el nivel más elevado desde el año 2019, declara Asufin.
El aumento en 2025, aunque moderado, supone 12,21 euros más respecto a 2024 y aumenta los riesgos de un producto que ya de por sí es bastante más caro que los demás y que no ha reducido su coste a pesar de la bajada de tipos de interés de otros productos de financiación en el año 2024 (como las hipotecas) y la estabilidad de este ejercicio.
Dentro del mercado de tarjetas revolving, hay gran diferencia entre la tarjeta más cara y la más barata, con un impacto directo de 257,82 euros de diferencia en coste total por financiar 1.000 euros a 24 meses. En el extremo superior se sitúa la 'Tarjeta Después Oro de BBVA' cuya TAE del 41,48% supone un coste final de 379,20 euros por la operación.
En el lado opuesto, la opción más económica es la tarjeta 'Visa Proyecta de Abanca' con una TAE del 11,85% y un coste de 121,38 euros por financiar 1.000 euros en el mismo plazo.