Como habían pronosticado los analistas y el mismo Elon Musk, los accionistas de Tesla han aceptado en la junta anual de este jueves pagar un bono a su presidente que podría alcanzar el billón de dólares (1.000.000.000.000 dólares) si consigue determinados objetivos.
Aproximadamente, los representantes del 75% del capital de Tesla han votado a favor del bono billonario, incluido el propio Musk, que controla el 15%. A pesar de ser parte interesada, ha podido votar.
Una vez conocido el resultado, Musk ha saltado al escenario instalado en la sede de Tesla en Austin (Texas) acompañado por un robot Optimus, que se ha puesto a bailar siguiendo el ritmo de la música. Todo estaba preparado.
En las últimas semanas, el equipo directivo de Tesla ha hecho campaña por el pago del bono y la presidenta del consejo de administración, la australiana Robyn Denholm, ha advertido de que, si no le daban el premio, Musk podía abandonar la compañía.
Entre los accionistas que han votado a favor también se encuentran los gestores de fondos de pensiones de estados norteamericanos gobernados por los republicanos, como Florida, así como grandes fondos como Baron Capital.
Pero la decisión también tiene críticos, empezando por el fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, con dos billones de dólares, que ha votado en contra. Expuso su preocupación por la falta de independencia del consejo de administración, donde también hay un hermano de Musk, y por la excesiva dependencia de la compañía de su liderazgo.
Los fondos de jubilación de los estados norteamericanos gobernados por los demócratas también están en contra, incluido CalPERS, el fondo de pensiones más grande de EE. UU. Algunas influyentes consultoras como Shareholder Service y Glass Lewis han advertido contra el poder absoluto que se le está dando a Musk. Incluso el Papa León XIII criticó la bonificación multimillonaria, pero no es accionista de Tesla.
A los accionistas disconformes todavía les queda una carta: una demanda judicial, tal como hicieron con otra compensación millonaria para Musk en 2018.
Si Tesla logra los objetivos marcados en los próximos años en cuanto a la entrega de vehículos y robots, Musk recibirá hasta un billón de dólares en acciones de la compañía, lo que supondrá que controle cerca del 30%, el doble que ahora.
Musk declaró hace unos días que necesitaba el control de la compañía para construir un “enorme ejército de robots” a partir de Optimus. Este jueves ha asegurado que fabricarán millones de unidades de estos robots “con brazos y piernas”, y ha recordado que los vehículos Tesla también lo son, pero “con ruedas”.
Aunque el robot humanoide Optimus todavía está en fase de desarrollo y no tiene ninguna aplicación real, Musk ha dicho que prevé que habrá miles de millones de unidades en el futuro que serán capaces de erradicar la pobreza del mundo. Y ha asegurado que Tesla es la única compañía privada capaz de conseguirlo.