El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha insistido este jueves en el compromiso de la Unión Europea para "seguir presionando" a los Estados Unidos en materia arancelaria. En concreto, Sefcovic ha mencionado al sector del vino y el alcohol: la Comisión Europea buscará reducir la tarifa que se aplica a esta categoría de productos en futuras conversaciones con EE.UU., ha especificado en una rueda de prensa.

El planteamiento de Sefcovic supondría una mejora de las condiciones del pacto por escrito que la Unión Europea y Estados Unidos han sellado este jueves para poner fin a la guerra comercial, y que prevé un arancel del 15% en la mayoría de las ventas europeas en Estados Unidos. Impactará, pues, en las exportaciones de vino y las bebidas espirituosas (alcoholes con una cierta graduación, como el ron, whisky, brandy, ginebra o vodka) que se verán afectados por este arancel máximo del 15%.

"Desafortunadamente, no logramos incluir este sector [vino y alcohol] entre los que seguirían en el nivel de nación más favorecida. Me gustaría añadir una palabra importante, y es que no lo hemos logrado todavía", ha manifestado el comisario europeo. "Las puertas no están cerradas para siempre. Esto es muy importante para nosotros, trabajaremos con nuestros socios estadounidenses para abrir el número de sectores en los que nos gustaría ver aranceles más bajos", dijo Sefcovic.

Los únicos productos que han logrado excepciones al arancel del 15% son los recursos naturales no disponibles en América, aviones y piezas de avión, productos farmacéuticos genéricos y precursores químicos. Washington, además, garantiza que se limitará al 15% lo que se aplique a todos los productos farmacéuticos o semiconductores.

Cierta sintonía para renegociar

Fuentes comunitarias consultadas por Efe se mostraron convencidas de que sus homólogos estadounidenses comparten con Bruselas la visión de que se trata de un tipo de productos "que ambos lados manufacturan y disfrutan" y en el que se aprecian especialmente "los valores locales y las tradiciones". El sector del vino, reconoció dicha fuente, está levemente menos equilibrado que el de las bebidas espirituosas, pero también se trata de un producto que se vende "en gran cantidad" en restaurantes estadounidenses.

La misma fuente apuntó a que el equipo negociador europeo percibe "receptividad y sensibilidad" por parte de sus homólogos estadounidenses en este sentido y dijo que "espera" ver resultados en próximas conversaciones, aunque no precisó cuándo podrían producirse avances. 

Catalunya entre los territorios perjudicados

Los aranceles al vino y el alcohol, en el caso de Catalunya, tendrán una afectación directa, puesto que el sector es un exportador neto a los Estados Unidos. En el caso del cava, se pone en riesgo la venta de 17,6 millones de botellas de la DO Cava, que tiene en el país norteamericano su tercer mercado. "Es evidente que nosotros, que somos exportadores por naturaleza, lo que queremos es el libre comercio. Los aranceles son trabas al libre comercio y no somos un producto estratégico, por lo tanto, no tendríamos que tener ningún tipo de arancel", razonaba hace unos meses el presidente de la DO Cava, Javier Pagès. 

Además, la Associació Vinícola Catalana (AVC) determina que el mercado estadounidense es el segundo en importancia para el vino catalán, por lo que, una nueva tasa del 15% añadida a los costes actuales supondría "una vez considerable" para el sector. La medida afectará especialmente a algunas zonas que tienen en Estados Unidos un cliente destacado, como los vinos del Priorat.

Ante esta incertidumbre, hay bodegas que están negociando con los compradores americanos repartirse los nuevos gastos. Otros elaboradores intentan buscar mercados alternativos y consolidar los europeos, principal destina del vino y el cava catalán.