La Unión Europea y Estados Unidos han confirmado este jueves que Washington aplicará un arancel límite del 15% a los bienes europeos, incluidos los automóviles, aunque han precisado que esta rebaja se aplicará cuando el bloque europeo haya tomado medidas para reducir a su vez los que impone a Estados Unidos. Así lo refleja la declaración conjunta publicada este jueves por la Comisión Europea y la Casa Blanca, en la que detallan los términos del acuerdo político al que llegaron en julio pasado en Escocia para evitar una guerra arancelaria en la que el presidente estadounidense, Donald Trump, había amenazado con tarifas del 30% a la mayoría de importaciones europeas.

El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, ha explicado que el objetivo de la UE es presentar este mismo agosto su propuesta para eliminar los aranceles a los bienes industriales de EE.UU. y dar acceso preferencial al mercado europeo a ciertos productos de ese país, con lo que el arancel del 15% a los automóviles podría aplicarse retroactivamente desde el 1 de agosto. Así se lo ha transmitido al secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, quien le ha confirmado que en ese caso lo aplicarían de manera retroactiva desde el 1 de agosto, ha explicado Sefcovic.

La declaración conjunta, esperada desde que se cerró el acuerdo político en julio, fija un arancel máximo del 15% para la gran mayoría de los bienes de la UE que entren en Estados Unidos, incluidos los automóviles, así como los semiconductores y los productos farmacéuticos en caso de que Washington, que tiene una investigación comercial en marcha sobre ellos, decida imponerles aranceles.

Actualmente, los automóviles tienen un arancel del 27,5%

Estados Unidos ya aplica este arancel del 15% desde principios de agosto a los bienes europeos sujetos a los llamados aranceles "recíprocos", que hasta entonces eran del 10% y que Trump había amenazado con elevar hasta el 30%. Sin embargo, la orden ejecutiva aprobada por la Casa Blanca dejó fuera de esa aplicación a los automóviles europeos, que actualmente siguen teniendo un arancel del 27,5%.

La declaración conjunta precisa que este se rebajará a partir del "primer día del mismo mes en que la UE introduzca su propuesta legislativa" para reducir sus aranceles. En concreto, Bruselas prevé eliminar los aranceles a todos los bienes industriales estadounidenses y dar acceso preferencial a su mercado a productos agrícolas y mariscos de ese país, como lácteos, frutas y verduras procesadas, semillas o carne porcina, entre otros.

A la espera del acero y el aluminio

En el caso del acero y el aluminio, a los que Washington aplica un arancel del 50%, el documento solo señala que considerarán "la posibilidad de cooperar" contra el exceso de capacidad en sus mercados, incluido a través de un sistema de aranceles y cuotas, aunque no detalla cómo funcionaría ese mecanismo.

En julio, Bruselas había dicho que una cierta cantidad de importaciones europeas podrán llegar a Estados Unidos gravadas al 15 % y a partir de ese monto se aplicará un arancel del 50 %. Asimismo, el acuerdo contempla un trato preferencial para ciertos productos estratégicos como las aeronaves, recursos naturales como el corcho, medicamentos genéricos y sus ingredientes y precursores químicos, y prevé que Bruselas y Washington sigan negociando para añadir más bienes a la lista.

La UE, por su parte, ha expresado su voluntad de adquirir gas natural, petróleo y productos de energía nuclear estadounidenses por valor de 750.000 millones de dólares (unos 700.000 millones de euros) en los próximos tres años, así como chips de inteligencia artificial por 40.000 millones de euros (unos 46.600 millones de euros). Asimismo, los Veintisiete planean "aumentar sustancialmente" las compras de equipamiento militar y de defensa de EE.UU.