El presidente Donald Trump firmó este viernes un decreto para eliminar o reducir los aranceles a las importaciones de café, ternera, aguacates, tomates... y muchos otros productos agrícolas y ganaderos que no se producen en Estados Unidos con suficiente volumen para abastecer su mercado. Los aranceles ha provocado un aumento progresivo de los precios, con las consiguientes quejas de los consumidores y de los votantes.

Los analistas políticos norteamericanos relacionan esta medida del presidente Trump con las victorias de los demócratas en las elecciones locales de hace una semana. Precisamente, los demócratas centraron la campaña contra los rivales republicanos en el encarecimiento de la cesta de la compra.

Los aranceles impuestos desde la Casa Blanca han contribuido al encarecimiento de productos básicos de la alimentación de los norteamericanos. Curiosamente, Brasil es el principal proveedor externo de muchos de estos productos –como los plátanos, el café o la carne de vacuno–, pero Trump les impuso aranceles más elevados que a otros países como represalia por el procesamiento judicial de su amigo Jair Bolsonaro.

Según datos recogidos por el económico Morning Brew, el precio del café ha subido un 19% en un año, que atribuyen al arancel del 50% en Brasil, país del que proceden un tercio de las importaciones. Y la ternera se ha encarecido un 50% en un año, tanto por culpa de la reducción de la producción ganadera de los Estados Unidos como de los aranceles del 76% a Brasil por esta carne, de la que es el primer productor mundial.

Fuentes de la administración norteamericana informaron a Bloomberg que los aranceles a Brasil se podrían reducir hasta el 10%. Recientemente, Washington ha firmado acuerdos comerciales con cuatro países con los que Trump mantiene buena relación con sus presidentes – Argentina, El Salvador, Guatemala y Ecuador– que prevén una reducción de los aranceles sobre productos que no se producen en Estados Unidos como el café y los plátanos. Esta última fruta se encareció un 7% en septiembre.

En un comunicado, la Casa Blanca informó que “ciertos productos agrícolas que cumplen los requisitos ya no estarán sujetos a estos aranceles, como algunos alimentos que no se cultivan en Estados Unidos". Entre los productos que se excluirán de los aranceles también hay frutas tropicales –piña, coco, mango...–, frutos secos, naranjas, especias... y fertilizantes.

A finales de octubre, Trump ya anunció una rebaja de los aranceles impuestos a China después de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping, en Corea del Sur. Trump calificó este encuentro de “increíble”. Según detalló la administración norteamericana, los aranceles sobre determinados productos chinos pasan del 20% al 10%, una decisión que representa un nuevo giro en la relación comercial entre Washington y Pekín.

Respecto a la Unión Europea y Catalunya, la política comercial desplegada por Trump ya ha pasado factura. Por ejemplo, las exportaciones de Catalunya a Estados Unidos se desplomaron un 30,9% el pasado agosto en comparación con el mismo mes de 2024, hasta un valor de 223,6 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía. Este descenso coincide en el tiempo con la entrada en vigor, el pasado 7 de agosto, de los aranceles a los productos comunitarios, con una tasa base del 15%