Trump no afloja la presión contra la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos, la Reserva Federal, a pesar de que su presidente, Jerome Powell, ha suavizado su discurso y se ha abierto este viernes a una bajada de tipos, previsiblemente en septiembre. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes que si Lisa Cook, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed) a la que el Gobierno ha decidido investigar por un posible fraude hipotecario, no dimite pronto la despedirá, lo que incrementa aún más la presión de su Administración sobre la entidad emisora.

"Ha hecho algo malo, así que si la despediré, si no dimite", dijo Trump, tajantemente, al ser preguntado por los medios durante una visita a la réplica de la Casa Blanca que se encuentra en Washington, a escasa distancia de la verdadera oficina presidencial estadounidense. No es el primer intento de involucrar a la Fed en casos de corrupción. La Administración Trump acusó hace unos meses al propio presidente, Jerome Powell, de "despilfarro" en unas obras que se llevan a cabo en la sede de la Reserva Federal.

Un presidente estadounidense puede destituir a un miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, pero solo por causa justificada que suele implicar mala praxis o un comportamiento delictivo, pero nunca un desacuerdo en materia de política monetaria. Esta semana, el director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda, Bill Pulte, pidió que se investigue a Cook a cuenta de dos hipotecas a su nombre, y el propio Trump reclamó en su red social Truth Social horas después la dimisión de la economista, que fue nominada para el cargo por su predecesor, Joe Biden.

La ofensiva contra Cook se suma a la presión que la Administración Trump está implementando sobre la Reserva Federal y su presidente, Jerome Powell, al que reclama bajar los tipos. El magnate neoyorquino lleva meses reclamando recortes de tipos de interés que, en su opinión, estimularían la economía, un extremo que la mayoría de gobernadores de la entidad han rechazado por el momento, al considerar que tanto la presión inflacionaria como la incertidumbre económica en EE.UU. se mantienen aún en niveles altos.