El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió este miércoles la dimisión de Lisa Cook, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed), después de ser acusada de manipular información bancaria para acceder a dos hipotecas en condiciones ventajosas. En concreto, el director de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda, Bill Pulte, instó a la Fiscal General del Estado, Pam Bondi, a que investigue a Cook por "falsificar documentos bancarios y registros de la propiedad para lograr unas condiciones hipotecarias más favorables" para dos inmuebles sitos en Michigan y Georgia.

Cook fue nombrada por el expresidente Joe Biden en enero de 2022 para su actual cargo, lo que la convirtió en la primera mujer negra en formar parte del órgano rector de la Fed.

Aunque ni la oficina de Bondi, la Fed o la propia Cook han realizado declaraciones sobre el asunto, Trump ya ha reclamado en su red social Truth Social la renuncia inmediata de la gobernadora en línea con los ataques proferidos contra el líder de la Fed, Jerome Powell, por sus reticencias a bajar los tipos de interés, según Bloomberg.

En este sentido, Trump también ha cargado recientemente contra otras personalidades vinculadas al Partido Demócrata, como el senador por California, Adam Schiff o la fiscal general de Nueva York, Letitia James. Si Cook acaba renunciando a su mandato, que expira en 2038, el mandatario republicano tendría vía libre para designar un miembro más proclive a sus tesis de recortes del precio del dinero, máxime con la carrera para suceder a Powell.

Solo dos miembros de la Fed cercanos a Trump votan a favor de una bajada de tipos 

Al hilo de la Fed, y según las minutas de la última reunión de política monetaria de la entidad celebrada en julio, solo dos de los doce miembros de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, Christopher Waller y Michelle Bowman, ambos figuras cercanas al Gobierno de Donald Trump, votaron en contra de la decisión de mantener sin cambios los tipos de interés. El documento, hecho público este miércoles, sale a la luz en un momento marcado por las crecientes presiones de la Casa Blanca sobre el presidente de la Fed, Jerome Powell, para que la entidad apueste por una mayor flexibilización monetaria y con mayor división en el seno del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), que decide la política monetaria.

Tanto Waller, uno de los nombres que más suenan como futuro nominado por Trump para sustituir a Powell cuando su presidencia expire en mayo de 2026, como Bowman fueron propuestos por el actual inquilino de la Casa Blanca para ocupar asientos en la Junta de Gobernadores de la Fed.

En concreto, las anotaciones de la reunión indican que, además de sugerir un recorte de un cuarto de punto, Bowman afirmó una apuesta flexibilizadora más gradual, "protegida proactivamente contra un mayor debilitamiento de la economía y el riesgo de daños al mercado laboral" estadounidenses, que ha comenzado a dar señales de ralentización.

Los últimos datos macroeconómicos de EE.UU. muestran que la presión inflacionaria se mantiene sobre la meta del 2% planteada por la Fed y que los efectos de la guerra arancelaria del Gobierno Trump comienzan a transmitirse ya a los precios, mientras que la creación de empleo comienza a frenarse, lo que implica un desafío para los dos objetivos primordiales de la Reserva Federal.

Las actas también indican que muchos de los gobernadores consideran que el actual precio del dinero "podría no estar muy por encima de su nivel neutral", considerado el ideal para controlar precios e impulsar el pleno empleo, y al mismo tiempo algunos "apuntaron a que no sería factible ni apropiado esperar a que hubiera claridad total sobre los efectos de los aranceles sobre la inflación" para recortar los tipos.

Todo esto apuntaría a la posibilidad de que los recortes de tasas que los mercados prevén para final de año puedan acabar siendo más modestos, comparado con los pronósticos de algunos analistas, que ven posible que los tipos acaben 2025 en un rango cercano al 3%.