El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, que ocupa la presidencia este año de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), ha asegurado este sábado que el grupo no cree en "aranceles en venganza" a Estados Unidos, sino en "escuchar y comunicarse" para rebajar las tensiones comerciales con Washington. "En ASEAN tenemos el consenso de que ninguna decisión o recomendación debe producirse en detrimento de otro de los miembros", ha apostillado Anwar durante una intervención en el Diálogo Shangri-La de Singapur, el foro de defensa anual más importante de Asia.
"La mejor opción es continuar comunicándose", ha agregado Anwar, quien ha recordado que los países del Sudeste Asiático, entre ellos Malasia, Vietnam o Camboya, algunos de los más castigados por los ahora suspendidos "aranceles recíprocos" de Estados Unidos, han establecido negociaciones bilaterales con Washington desde abril. A la vez, el primer ministro de Malasia también ha recordado que el grupo, penalizado sobre todo por Washington por actuar como punto de transbordo de productos chinos, en parte debido a la deslocalización en la región de fábricas chinas durante el primer pulso arancelario con Pekín de Donald Trump (2017-2021), "está de acuerdo en apoyar un sistema multilateral". "No respaldamos ninguna acción unilateral contra el principio de libre comercio", ha puntualizado.
Los países del Sudeste Asiático han ido haciendo ofertas de compra a EE.UU.
El Sudeste Asiático, región exportadora que depende en buena medida de Estados Unidos para sus envíos, ha ido haciendo ofertas de compras a Estados Unidos en sus negociaciones arancelarias, entre ellas de energía y también de defensa -que hasta ahora se suministra en gran parte de Rusia-, según algunas publicaciones.
Al Shangri-La también asiste el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, quien justamente este sábado ha rehusado hablar de la guerra arancelaria durante un discurso, indicando que es área del presidente, Donald Trump, quien este viernes informó de que la subida de los aranceles al acero y aluminio del 25% al 50% entrará en vigor el 4 de junio. De hecho, el líder republicano celebró tras el anuncio que "entiende la palabra arancel mejor que la gente de Wall Street", y apuntó que "arancel" es su cuarta palabra favorita, después de "Dios, esposa y familia". Según el presidente, en un principio pensó en incrementar estos gravámenes al 40%, pero ejecutivos de la industria le pidieron que los subiera al 50%. "Nuestras industrias de acero y aluminio están volviendo como nunca antes", indicó.
El anuncio de Trump tuvo lugar apenas un día después de que una Corte de Apelaciones levantara el bloqueo del Tribunal de Comercio Internacional de buena parte de la política arancelaria de Trump sobre las importaciones de numerosos países. Este bloqueo no habría afectado a los gravámenes al acero, sino a los "recíprocos" anunciados el 2 de abril.