El gobierno británico del laborista Keir Starmer ha autorizado este martes la construcción de una nueva central nuclear, la primera que se instalará en el país en los últimos 30 años. Planean invertir 14.200 millones de libras (16.774 millones de euros) en el complejo nuclear de Sizewell (en el condado de Suffolk, al este de Inglaterra), donde ya existe un reactor en funcionamiento –aunque con fecha de cierre en 2035– y otro que se está desmantelando.

La decisión del gobierno de Keir Starmer contrasta con el de Pedro Sánchez, que mantiene el plan de cerrar la central de Almaraz (en Cáceres, en la imagen superior) en 2027, dentro de dos años, aunque negocia un aplazamiento por un período de tres años. En paralelo, las grandes energéticas españolas –Endesa, Naturgy e Iberdrola– mantienen un frente común para alargar la vida de las nucleares.

Desde Downing Street se informa que la nueva central abastecerá a unos seis millones de hogares, lo que supone una quinta parte del total, y que se crearán 10.000 empleos directos. Apuntan que el 70% de los contratos se adjudicarán a empresas británicas. Prevén que genere un ahorro anual para el sistema eléctrico de entre 1.000 y 1.500 millones de libras (1.181 y 1.772 millones de euros) a causa de la mayor seguridad de suministro.

“Necesitamos una energía nuclear que nos catapulte a una edad de oro de abundancia en energías limpias porque es la única manera de proteger los bolsillos de las familias, recuperar el control de la producción y hacer frente a la crisis climática”, ha indicado el ministro laborista para la Seguridad Energética y el Cero Neto, Ed Miliband, en unas declaraciones recogidas por Europa Press.

Esta central se denominará Sizewell C y estará situada junto a Sizewell B –con fecha de cierre prevista para 2025, aunque prorrogable para 20 años más, hasta 2055– y Sizewell A –en desmantelamiento–.

Por su parte, el gobierno español mantiene su agenda de cierre nuclear aunque, recientemente, se ha comprometido a tramitar una prórroga de tres años para la de Almaraz si así lo piden las empresas que la explotan. Por su parte, las grandes energéticas españolas han pasado a la acción para aplazar el cierre de las centrales nucleares. Tras el apagón del pasado abril, han intensificado sus reclamaciones para “garantizar la estabilidad del suministro energético”.

Endesa, Naturgy e Iberdrola han hecho frente común para reclamar que se posponga el cierre de Almaraz y se dé más tiempo, hasta 2030, para redefinir el calendario de cierre, que afectará a las centrales de Catalunya precisamente entre 2030 y 2035.

En este sentido, el presidente de Naturgy y vicepresidente de Criteria, Francisco Reynés, instó hace unos días al gobierno español a reabrir el debate. “Sentémonos todos –el operador del sistema, el Ministerio y los operadores– a ver si dentro del nuevo panorama tiene sentido mantener aquel calendario o no”.