La buena campaña turística de este verano, con récords en la entrada de turistas extranjeros y de visitantes estatales en el sector hotelero español, ha disparado el empleo en los establecimientos que ofrecen alojamiento al visitante por encima de los 300.000 trabajadores. A cierre del pasado mes de agosto, los hoteles españoles daban empleo a 302.000 personas, por primera vez en la serie de datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según las tablas, la cifra es superior en un 5,5% al anterior máximo histórico, de agosto de 2019, cuando se registraron 286.262 puestos de trabajo en los hoteles españoles.

Del empleo creado destaca no únicamente el aumento de la contratación, sino también la drástica reducción de la temporalidad laboral en el sector hotelero. Esta es una tendencia que, derivada de la reforma laboral, se da en todo el sector turístico fijando mínimos históricos. En concreto, la tasa media de temporalidad se ha situado en el 7,9% al inicio de la temporada estival, según recogía el último informe de la patronal Exceltur. Se trata de una drástica disminución si se compara con los niveles del 37,8% del verano de 2021 o del 24,7% de 2018, por citar algunas referencias. Además, el 7,9% actual dista mucho de la media de temporalidad del 14,3% del mercado laboral total en España.

En el sector turístico -incluyendo, además de los hoteles, la hostelería, el transporte, las agencias de viajes y determinadas actividades culturales y deportivas- las cifras de afiliados a la Seguridad Social del pasado agosto reflejan que el empleo generado es de 2,759 millones de personas, el 5,1% más que un año antes, por encima del 2,8% de media en la economía española. Con todo, el mes de julio pasado fue algo mejor, con 2,807 millones de altas, según datos recogidos por Efe.

La patronal aseguró que la reducción de la temporalidad contractual está causada, principalmente, por el aumento de nuevos contratos fijos a tiempo completo, que crecen en 200.000 respecto a los que había antes de la pandemia y ya suponen el 39,9% del total, frente al 31,3% de entonces. También crecen los fijos a tiempo parcial en 192.000 personas, cuyo peso pasa del 18,1% de entonces al 27,2% actual. Por detrás se sitúan los fijos discontinuos, que son el 24,3% del total.

De continuar esta tónica, 2023 conseguirá mejorar los máximos de 2019 -la mejor marca hasta ahora en las grandes cifras- y hará que las empresas consoliden y aumenten las ganancias que ya registraron el año pasado, porque la fortaleza de la demanda les ha permitido trasladar a precios los incrementos de costes en un entorno de elevada inflación, tal como avanzó Exceltur antes del verano.

Tras caídas continuadas en la pandemia, de dos dígitos hasta un máximo del 20% en junio de 2020, un año después comienza una senda de crecimiento de tarifas ininterrumpido, que llega al 29,3% en abril de 2022. Tras tocar esa cota, las subidas se moderaron en los meses siguientes, pero especialmente desde abril último, con crecimientos en todos los meses por debajo del 10% y tasas en torno al 6% en junio, julio y agosto.

El ingreso medio por habitación (ADR por sus siglas en inglés) cerró agosto en 136,45 euros, casi un 25% más que en agosto de 2019, lo que ha permitido recuperar con creces las caídas experimentadas durante por los cierres de la covid.  También en términos de ingreso por habitación ocupada (RevPAR en inglés, que aproxima mejor la rentabilidad hotelera porque tiene en cuenta la ocupación) se registró una subida semejante, desde los 86,9 euros de agosto de 2019 a los 108,2 euros de este año.